Después de que su esposa desbarató dos vehículos, el marido no quería soltar ni un centavo.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Se armó bueno el relajo cuando una doña se voló el alto en el cruce de las calles 20 por 19 de la colonia Chichén Itzá, pues además de darle en la matraca a una vagonetita, bastante entrada en años, su marido no quería desembolsar ni un solo peso, así que se le hizo muy fácil llamar a dos aseguradoras para que entre ambas cubrieran los gastos, pero obvio que los agentes le dijeron que no.
La cosa estuvo así: la doña manejaba el Figo con placas YZM706B sobre la calle 19, y al llegar al cruce con la 20 no se fijó que había tremendo disco rojo que le marcaba alto total así que siguió con su camino, pero en ese momento, con preferencia, iba un señor conduciendo la vagoneta Tsuru con matrícula YZT483B.
La señora siguió con su camino cuando fue colisionada del lado derecho por la camionetita, que fue la que terminó más dañada, ya que el cofre se le arrugó por completo y la defensa quedó sobre el pavimento, mientras que el auto nuevo tuvo un horrible golpe.
Pero lo mejor vino después cuando llegó el esposo de la ñora, pues resulta que el don tiene el codo duro porque no quería soltar ni un solo peso para pagar los daños que ocasionó su mujer, así que se le hizo muy fácil llamar a su aseguradora para que se encargara de una parte del pago y a una segunda para que cubriera el resto.
Al llegar los representantes de las aseguradoras no entendieron qué hacían los dos allí y representando a la misma persona, quisieron explicarle al señor que las cosas no funcionan así y tendría que pagar el deducible por las pérdidas.
Al final al don no le quedó de otra más que aceptar que sea sólo una la aseguradora que arreglara las cosas y desembolsar un varo para reparar la camionetita.
