Gracias a una llamada anonima que alertó a la Policía Municipal y del Estado fue clausurada una fiesta clandestina sin control en Ticul. hubo diez detenidos y fueron asegurados alcohol y drogas.
Por si fuera poco había a la vista un letrero en el que se ofrecían «masajes básicos y «especiales».
Fue en la calle 29 x 12 y 14 a donde poco después de medianoche llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, personal de Salubridad y agentes de la policía municipal para clausurar «La Casa del Brujo», un establecimiento clandestino donde se ofrecían masajes, bebidas alcohólicas y psicotrópicos.
Ahí se hizo el arresto de 5 mujeres y 5 hombres, y se decomisaron bebidas etílicas, cigarros así como enervantes y pastillas psicotrópicas.
El propietario del negocio, identificado como Luis, alias «El Brujo» o «El Padrino»,
al ser detenido empezó a hacer su show y a injuriar a los policías y personas que colocaban los sellos de clausura, y decía que convertiría a todos en «sapos».
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