Redacción De Peso
MÉRIDA, Yuc.- Después de pasarse la noche empinando el codo, a don Julián se le antojó chupar huaya así que se le hizo muy fácil subirse a un árbol a tratar de conseguir algunas.
Una vez arriba le ganó el sueño y cerró los ojos para no volver a abrirlos, pues se resbaló de la rama y cayó de unos cuatro metros para azotar la chola contra una piedra. Falleció al instante y sin que nadie pudiera siquiera ir a socorrerlo.
Resulta que Julián Emigdio Mutul Cauich, de 40 años de edad, había estado de pachanga todo el fin de semana, ahí en Xtepén, comisaría de Umán.
Hasta que ayer por la mañana se le antojó comerse unas jugosas huayas y creyó que podría subirse al árbol a comer algunas, cosa rara porque ya ni siquiera es época.
