Tal vez debido a su sordera, don Panchito no escuchó que se aproximaba la moto y cuando se atravesó imprudentemente fue atropellado.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Bañado en su propia sangre quedó un señor de edad avanzada, identificado sólo como don Francisco Javier, quien fue atropellado por un motociclista ayer por la mañana en la avenida Pérez Ponce con calle 56.
El pobre señor no estaba grave, pero sí requería unas puntadas en la alcancía que se le abrió en la maceta, y aunque presuntamente el motociclista no se tuvo la culpa del asunto, su familia dijo que se haría cargo de los gastos clínicos de don Panchito.
Según se averiguó, don Francisco Javier, quien es discapacitado auditivo, intentó cruzar la peligrosísima Pérez Ponce, de banqueta a banqueta, pero no se fijó que se aproximaba la moto que manejaba un chavo de nombre Alan Pérez, quien no pudo frenar cuando vio atravesarse al ruquito y ¡moles!, que se lo lleva de corbata aventándolo al pavimento.
El chavo motorizado se detuvo metros adelante para ayudar al señor y pidió auxilio de inmediato.
Llegaron al lugar paramédicos de la SSP junto con agentes de la corporación, y se vio que don Panchito se había lesionado la mera sesera y le estaba saliendo un resto de mole, por lo que fue curado y se le envió de volada al Hospital Juárez del IMSS, en tanto el muchacho de la moto indicaba que, con apoyo de su familia, se haría cargo de lo que fuera necesario con el señor atropellado, pese a que el percance habría sido culpa suya por cruzar imprudentemente.
