Totalmente de cabeza sobre el camellón de la carretera Mérida-Valladolid quedó un Tiida al mando de una mujer que perdió el control del volante, luego de maniobrar para no atropellar a un perro.
El coche quedó severamente dañado, la guiadora tuvo que ser valorada por paramédicos, y el perro siguió su camino como si nada.
Según se averiguó, este auto era guiado con dirección hacia Mérida, y a la altura del kilómetro 21+500, la mujer al volante vio que un perro se le apareció en el camino, y antes de convertirlo en tortilla prefirió volantear hacia la izquierda.
La vida del animalito fue salvada, pero el coche se impactó contra la guarnición del camellón, brincó parcialmente, y con la velocidad que llevaba se volteó hasta quedar con el techo en el piso y las llantas hacia el cielo.
Pesadamente, la guiadora logró salir y pidió ayuda, llegando en primera instancia agentes policiacos que aseguraron la zona, y luego recibió atención de paramédicos que vieron que no tenía más que golpes leves.
Finalmente, se hizo cargo de todo la Guardia Nacional y se solicitó la intervención de aseguradora y grúa. Del perro ya no se supo más nada.
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