Rollo: Ambrosio Gutiérrez Pérez
Tras la confirmación del triunfo de Alejandro Moreno Cárdenas para ocupar la dirigencia nacional del PRI con un millón 306 mil 725 votos que equivalen al 85.07 por ciento, frente a los pobres 177 mil votos que recibieron Ivonne Ortega y 49 mil de Lorena Piñón, lo que sigue para el campechano es avanzar en dos grandes frentes: recuperar fortaleza electoral y hacer lo políticamente correcto.
Se dice rápido, se escucha fácil, pero acaso se enfrente a la tarea más complicada de su vida. Haber ganado por amplia mayoría no resuelve para Moreno Cárdenas los graves problemas del PRI: falta de credibilidad frente a la ciudadanía, contaminación perenne por corrupción e impunidad (la yucateca Ortega acusó fraude en la interna, por ejemplo), desmoronamiento de estructuras frente al avance de Morena, pocos recursos y deudas.
¿Qué necesita el PRI en primer lugar? Credibilidad. Moreno Cárdenas y su equipo necesitan convencer a los ciudadanos de que esta renovación de dirigencia sí es diferente, sí es democrática, sí es honesta. Si los ciudadanos vuelven a creer en el PRI entonces regresarán los votos y con éstos el triunfo en procesos electorales.
Difícilmente pueda Moreno Cárdenas convencer con discursos y con promesas. Fue precisamente con lo que el PRI cansó a los mexicanos: con discursos y promesas que casi nunca cumplió o hizo lo contrario. Por ello el engaño, la mentira, la antidemocracia, la corrupción e impunidad se volvieron consustanciales al Revolucionario Institucional.
Moreno Cárdenas y quienes formen su equipo, pero también los gobernadores que lo apoyaron, los grupos políticos (por cierto, no de mejor fama), y todos quienes continúen en el PRI, deberán encontrar la forma de conectar con una sociedad actualizada (incluso en años), informada, interactuante, contestataria y consciente de que los partidos se convirtieron en un cáncer, en una partidocracia que carcome la vida pública y el presupuesto nacional.
Y la otra parte. El PRI, Moreno Cárdenas, tiene que hacer lo políticamente correcto. Es decir, convertirse en una oposición real y responsable, que pueda dialogar y ser plataforma para las minorías que no estén de acuerdo con el gobierno de la República de Andrés Manuel López Obrador, por un lado, o que defienda a los ciudadanos de los atropellos que puedan cometerse desde el poder.
Y Moreno Cárdenas ya está en su primera prueba de fuego. Le preguntaron sobre Rosario Robles y respondió que ella no es priista. Cierto, no es priista, pero trabajó para el gobierno de Peña Nieto y ese grupo del que formó (o forma) parte él. ¿Cuál es la respuesta correcta? ¿La que dio? ¿Defenderla o pedir que caiga sobre ella el peso de la ley? ¿No responder nada?
Por eso le decía, Moreno Cárdenas tiene en manos la tarea más difícil de su vida.
Rendijas
–La Auditoría Superior de la Federación informó hoy que da seguimiento a 10 observaciones a la gestión de Rosario Robles de cuando fue secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, que no han sido aclaradas y que causaron daño al erario por mil 566 millones 314 mil 251 pesos.
Y lo que se acumule mientras esté en prisión preventiva. ¿Lo inventó López Obrador?
–Ramón Méndez, el pastor priista del Congreso, consideró que el formato de las comparecencias podría ser modificado para ir más a fondo, para que sirvan más y mejor a la ciudadanía.
Lo bueno es que se da cuenta que el formato debe cambiar.
–La Joya, el ingenio azucarero, está tomado desde ayer por productores cañeros por incumplimiento en el precio de la tonelada. Bueno, es algo que informamos casi cada año, desde hace al menos 30.
–Se inauguró hoy la 2da Reunión de Trabajo de la Zona Sur de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos. Uf. Bueno, van a exponer y proponer solución a los principales problemas en derechos humanos en esta zona. A ver qué concluyen.
