Pecho a pechito: el chamaco feminicida, caso para reflexionar

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Algo pasa cuando los valores, a tan temprana edad, se pierden hasta el extremo de llegar al crimen. Sí, en efecto, al asesinato con premeditación, alevosía, ventaja y todo lo que termina en “canallada”.

Apenas el viernes anterior, en una oscura brecha llena de montes y yerbajos, en la colonia Nueva Kukulcán, al oriente de la capital yucateca, apareció el cadáver de una mujer, embolsado, quizá con algunas horas del trágico suceso.

Pero el peritaje reveló que no se trataba de una mujer adulta, apenas era una chiquilla de 16 años de edad, a la cual habían estrangulado, previo abuso sexual. Las autoridades, en rápido operativo, hallaron al presunto culpable: también un adolescente, de 17 años (otros dicen que ya porta los 18, siendo mayor de edad), con el cual la malograda mujercita había tenido una hija, actualmente de casi 3 añejitos.

Es un caso relativamente atípico donde esta pareja de infantes se conocieron unos años atrás, cuando ella tenía 12 y él 14. No esperaron nada y en caliente hicieron su nidito de amor con tan tórrido romance.

Dos años después, apenas 24 meses aproximadamente, el infantil amor coronó con una chamaquilla. Pues sí, adolescentes, como dirían por aquí: “no saben ni limpiarse los dientes y ya hicieron su gracia”. Pero el amor, al parecer, se mantenía firme.

Posteriormente, sin la suficiente madurez, comenzaron los problemas entre ambos dos (como diría Cantinflas; o “dimes y diretes”, solía externar una conocida dama con más aptitudes para el teatro que para la gobernanza) y rompieron relaciones. La muchacha se quedó en casa de su mamá y el galán por otro rumbo.

Alguien le chismeó al todavía niño que su mujercita era pretendida por otro chamacón, quizá más responsable, y el aludido montó en cólera, en otras palabras, se encabronó grueso. Citó a su ex pareja en la casa donde éste vivía y sobrevino la discusión. El sujeto quería el restablecimiento de las relaciones y la damita, no.

El asunto derivó en la tragedia. Discutieron, abusó sexualmente de ella y posteriormente la estranguló cegado por una furia inaudita de celos y de falta de conciencia y humanidad. Después embolsó el cadáver y lo arrojó, cual saco de papas, en la oscura brecha donde transitan borrachines y hasta drogadictos.

La detención se produjo por la grabación de un vídeo, cuya cámara está instalada en una casa de por el rumbo. Y así, este asunto, lejos de terminar, todavía empieza.

Ahora, ¿cuál es el meollo del asunto? Pues resulta que el ahora homicida, por su edad, estaría beneficiado por la Ley de Justicia para los Adolescentes y que, en Yucatán, la sentencia máxima es de cinco años para los que cometieron graves pecados. O sea, no estaría calificado para irse a la “grande” y pasar allí, mínimo, 50 años por el delito de feminicidio agravado, en otras palaras, por el crimen tan despiadado y con todas las desventajas para la víctima.

En este caso, de prosperar la vigencia de los 17 años, el muchacho feminicida –quizá no sepa ni qué significa todo eso- iría a parar al “reclusorio” para menores infractores y salir en libertad por los 22 años de edad, sin que tenga que seguir expiando sus culpas con la privación de la libertad. Y para muy pocos es un secreto que en dichas instalaciones también conviven adultos jóvenes, de hasta 23 y 25 años de edad, que por influencias poderosas no salieron y que también formaron mafias y grupos de poder al interior.

En pocas palabras: tampoco fueron rehabilitados y están listos para salir, delinquir y, de ser apresados, entonces ser remitidos al penal grande.

De ese tamaño está la justicia, al menos en Yucatán, para los adolescentes. Y es que, extraoficialmente, este caso sería el primero en la entidad donde un adolescente se convierte en feminicida mediante el protocolo activado para ese tipo de crímenes de género.

¿Y sólo bastarían cinco años para resarcir corporalmente su castigo? ¿No hay riesgo de que se transformen en potenciales delincuentes en serie? Es urgente debatir la justicia para los adolescentes y que cada quien pague su castigo, según el caso corresponda.

Pechuguitas

Previo a la instalación de la Comisión Legislativa Especial para Homún, se advirtió que el objetivo es la paz y la tranquilidad y que la aplicación pareja de la justicia no estará sujeta a negociación en esta comunidad.

Karla Franco, como vicepresidenta del organismo –la titular es la diputada de Movimiento Ciudadano, Silvia López-, dijo que entre los actores del diferendo porcícola debe prevalecer la concordia y la paz social en la demarcación. Se convocó a los administradores y operadores de los cenotes a que se sujeten a las disposiciones de ley para la protección de los cuerpos de agua y en general de los recursos naturales del estado.

La Comisión será instalada a las 12 horas de este lunes. Además de Silvia López Escoffié (Movimiento Ciudadano) y Karla Franco Blanco (tricolor), la integran Miguel Rodríguez Baqueiro (PAN) y Leticia Euán Miss (Morena), secretarios; y Harry Rodríguez Botello (Verde Ecologista), vocal.

Amiguitas y amiguitos, ya saben: sugerencias para que la justicia hacia los adolescentes no se tan a la ligera y se formen potenciales predadores humanos, enviarlas a [email protected] y/o [email protected]

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