Rollo: Ambrosio Gutiérrez Pérez
Mientras los militantes panistas acudían a depositar su voto este domingo para elegir a su nueva dirigencia nacional, el ex presidente Felipe Calderón redactaba su renuncia a Acción Nacional por considerar, entre otras cosas, que “la democracia interna está cancelada”.
Lo había adelantado al tiempo que denunciaba a Marko Cortés (que anoche llevaba una ventaja irreversible sobre Manuel Gómez Morín) como parte de una camarilla corrupta (encabezada por el ex candidato presidencial Ricardo Anaya que ha abandonado los principios, las ideas básicas y las propuestas de partido) que controla Acción Nacional y por lo que considera la posibilidad de crear una fuerza o partido político el año próximo.
Se trata, en buena medida, del desenlace de una lucha de grupos internos de Acción Nacional que inició públicamente cuando la esposa de Calderón, Margarita Zavala, renunció a su militante y se presentó como independiente a las presidenciables aunque, como sabemos, terminó renunciando a la candidatura. Su esposo el ex Presidente no lo hizo entonces, como tampoco varios personajes importantes de su grupo, pero es de esperarse que una gran desbandada sea el colofón.
¿Hasta dónde terminará de dañar la salida de Calderón al PAN? Y sí, terminará, porque uno de los problemas que daño la candidatura de Anaya fue precisamente su ruptura con el grupo de Calderón y la salida de Margarita que, como precandidata panista, estaba en el primer lugar de las preferencias electorales incluso, en algunos sondeos, por arriba de Lopez Obrador.
Lo que haga Calderón y Margarita ya se verá, lo importante hoy es que se trata de un duro golpe al PAN que es la segunda fuerza política y casi la única oposición a la aplanadora que representa Morena en la cámaras y desde luego en el gobierno federal a partir del 1 de diciembre. Si hay desbandada, ¿con qué fuerza quedará el PAN para ser oposición fuerte y responsable?
Nos interesa también el tema en Campeche. Calderón, desde los tiempos de Juan Camilo Mouriño, se convirtió en parte de esta familia de origen español asentada por estas tierras. Los que saben aseguran que, tras su presidencia, Calderón guardó con esta familia sus recursos pues ellos ya eran empresarios.
Pero la familia Mouriño entró a la política, cobijó a Calderón cuando éste lo necesitó y el ahora ex presidente y ex panista fue y es recíproco. Los Mouriño no juegan candidaturas (salvo Juan Camilo en su momento) pero sí las financian y han sido claves para que Acción Nacional avanzara en Campeche. El PAN ha estado en dos ocasiones a punto de ganar la gubernatura y hoy sigue siendo segunda fuerza electoral.
La salida de Calderón y su grupo ¿arrastrará también a los Mouriño y su gruesa cartera para financiar al PAN y a sus candidatos? Lo veremos. ¿Ya no apoyarán la posibilidad de competir y ganar que tendrá el PAN con Eliseo Fernández? Lo veremos.
Rendijas
—El PRI revivió a algunos dinosaurios, los metió en una licuadora junto con algunos jóvenes, y ese “engendró” lo lanzó ya a las calles a tratar de recomponer y reconquistar a los ciudadanos que votaron el 1 de julio por otras opciones.
—En los mentideros políticos, por cierto, se barajan nombres de priistas para la candidatura y competencia del 21 como si no hubiese pasado nada el pasado 1 de julio. La verdad es que esa caballada hoy está muy flaca. Por eso algunos empiezan a decir que van con el librito, es decir, “con el que sigue”: Raúl Pozos.
