Rollo: Ambrosio Gutiérrez Pérez
Lo dan como un hecho. Varios medios de la capital del país, sus seguidores en redes sociales y los de su equipo en Campeche aseguran que sí, que Layda Sansores San Román vendrá como candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la gubernatura.
Es un hecho para todos si ella decide. Sí. Lo hemos mencionado insistentemente en esta columna: Layda será la candidata de Morena si lo decide. Y parece que ya lo decidió. Incluso, algunos de esos medios de la capital del país especulan (¿o filtran?) que ya tiene el visto bueno del presidente López Obrador para venir a la contienda en Campeche.
Y aquí, en nuestra entidad, los de su equipo (que prácticamente son todos los morenistas que, en sus desencuentros, sólo los une hoy Layda porque ha sido su “jefa” y guía moral) se preparan para una precampaña que en los hechos ya inició con la “filtración” de información de su decisión tomada, per0 también en reuniones que por lo general encabeza el senador Aníbal Ostoa Ortega.
Todos en Morena, desde López Obrador hasta el más modesto de los morenistas locales, saben que todavía hoy tienen ventajas para quitarle la plaza al PRI. Por un lado, y sobre todo, el efecto presidencial que sigue siendo contundente en esta región (casi 8 campechanos de cada 10 aprueban a López Obrador); por otro, el posicionamiento de Morena (pese a sus pleitos internos) sigue siendo en Campeche el más alto, 40 puntos, casi el doble que el PRI y el triple que el PAN.
Layda, si finalmente es su candidata, es la política más conocida de nuestro estado (lleva 3 campañas a la gubernatura y otras a cargos legislativos federales), no necesitan posicionar nada sino confirmar su presencia; y, aunque no quieran admitirlo, la ventaja que les da el otorgamiento de programas federales.
Acaso Layda y su equipo necesiten abrirse. Es decir, se incluyentes y entender que gobernar Campeche no es, no debe ser, un asunto de sectarismos y equipos infalibles al viejo estilo priista, sino de aprovechar las potencialidades que ya existen. Lo único que deben hacer es voltear y observar detenidamente las decisiones de López Obrador.
Rendijas
–Todos coinciden en la “mala suerte” del PRI y su dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas para presentar su nueva campaña de posicionamiento “Échale la culpa la PRI”, en la que recuerda los “logros” e instituciones “creadas por el PRI” y que hoy sirven a los mexicanos.
Justo ayer, miércoles 12, cuando empezaba la campaña priista, se anuncia la detención de Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex, del equipo del presidente priista Peña Nieto. De eso también hay que echarle la culpa al PRI, pero en serio.
Y bueno, entrevistaron profusamente ayer a Moreno Cárdenas sobre el tema, además de deslindar al PRI (oficialmente, mediante un comunicado) de lo que han hecho los gobernantes priistas. Sí, pero no, diría Tomás. Lo gobernantes emanados del PRI son priistas, y gobernaron o desgobernaron, a nombre del PRI. Y para sus corruptelas no renunciaron al PRI.
Difícil tarea la de Alito, de tratar de defender a su partido pues, incluso, si hoy deslinda a los gobernantes priistas del PRI porque fueron corruptos, también habría que deslindarlos de las instituciones que crearon en otros tiempos. Es decir, se gobierna sin colores partidistas y se hacen obras sin colores partidistas.
Difícil, por eso le decía, aunque también ya sabemos que Alito es un hombre echado para adelante.
–Un sujeto de nombre Hilario Chi, que sustrajo de Pich a una niña de 12 años, ya detenido por las autoridades, fue sentenciado a 31 años de prisión por los delitos de sustracción de menores, privación ilegal de la libertad, de acuerdo a la información proporcionada este día por el fiscal Juan Manuel Herrera.
Fue sin duda una actuación rápida de las autoridades, que puede servir de ejemplo sobre cómo deben ser resueltos todos los delitos.
