Rollo: Celia Franco; flashazos: Jorge Pallota
Siempre detrás del poder, moviendo las fichas y planeando los siguientes pasos a dar, Roger Torres Peniche es uno de los estrategas políticos más respetados de las últimas décadas. Hasta ahora se mantenía fuera del radar público, sin embargo al ser una de las cartas fuertes del gobierno de Mauricio Vila, el ahora secretario de Desarrollo Social, por fin comienza a surgir a la luz.
Coqueto y muy amable recibió a DE PESO en su oficina, ubicada en el Centro de Mérida, donde desde muy temprano despecha sus asuntos pendientes. Se dice un político nato, pues desde que recuerda sus padres dedicaban parte del día para hablar sobre el acontecer diario, en especial de los temas políticos.
“Por el trabajo de ambos, eran maestros, el momento de coincidir era a las 4 de la tarde, la hora del café y platicaban sobre política; mi hermanita y yo poníamos especial atención, mis papás fueron colaboradores del periódico Novedades de Yucatán, así que estaban muy informados”, contó mientras sonreía.
En un espacio bastante grande, en el que sobresale su pintarrón donde tiene varias anotaciones sobre su trabajo y un gran cuadro detrás de su escritorio, Roger aseguró sentirse como un Mustang 66… todo un clásico; mejor y más duradero siempre y cuando te conserves original.
Dijo que es un hombre que vive de las noticias, desde que se levanta lee las notas principales de los medios de comunicación, revisa los periódicos, las redes sociales y cuando sale a caminar en sus audífonos escucha los noticieros. Señaló que conocer todos los puntos de vista de una misma información le da una perspectiva más completa de lo que realmente sucede.
Aseguró que ha aprendido a leer entre líneas y que lo más importante es precisamente lo que se dice sin decir, lo que quien escribe deja entrever sin plasmarlo; eso es realmente el meollo del asunto, entendiendo siempre las plumas, pues no todas tienen ni el mismo color ni el mismo entender.
Otra de sus pasiones es enseñar. Relajado mientras se hacía para atrás en su silla, contó que estar rodeado de jóvenes lo mantiene alerta y con una gran visión de la dinámica actual.
Al preguntarle qué lo mantiene tan feliz y ágil, respondió con una gran carcajada: ¿lo quieres saber? Me he casado tres veces y tengo seis hijos, así cómo no me voy a mantener entretenido (y volvió a reír).
¿Su perfume favorito?
¿Mi perfume favorito? Se hizo para atrás en su silla, mira yo soy un poco clásico, yo uso Agua Brava como mi aroma, que a mí en lo personal me gusta; sin embargo, normalmente uso el Blue de Náutica pero el que me agrada más es el Agua Brava pero no se consigue muy fácil porque no siempre llega porque es para los viejitos.
¿Comida y postre que más le gustan?
Comida definitivamente soy carnívoro, los cortes, le meto muy poco a las verduras, casi cero y me gusta el corte fino, bueno (risas). Y de postres, soy muy panero; el pastel de tres leches es para mi delicioso.
¿Alguna frase o refrán con el que se identifique o le guste?
Estiró sus piernas y se recostó en su silla. En algún lado leí que se puede ser parte del desfile y a mí siempre me ha gustado ser parte del desfile. Creo que por mi formación personal, y por lo que me he dedicado toda la vida siempre he sido parte del protagonismo, no necesariamente a mí me gusta ser el protagonista pero sí me gusta estar inmerso en la acción y no como él que está sentado en la butaca.
La estrategia siempre se me dio desde muy joven del Club de la escuela Modelo, fui el presidente más joven de la preparatoria de la Modelo y esto me permite iniciar la organización social de los jóvenes. Siempre, desde muy joven, se me dio la organización.
¿Algún personaje histórico o familiar que admire?
Yo creo que (hizo una pausa) puedo decir que soy carrillista, creo que Felipe Carrillo Puerto demostró cómo desde un municipio se fue formando y fue gobernador de nuestro estado y si las cosas no se hubieran dado, hoy estaríamos hablando de un Presidente de México. Es un referente en la historia mexicana.
¿Cuándo era niño que se imaginaba sería de grande?
Siempre quise ser abogado y político, siempre. Yo no quería bombero, torero, policía, siempre quise ser abogado y político.
¿Hace algún ejercicio o le gusta ver algún deporte?
Como ejercicio salgo a caminar; pero como deporte, para relax, soy un fanático de la pesca. Creo que es el único momento en el que me desconecto. También soy consumidor de Netflix, pero de las series porque me desconectan; los políticos tenernos un problema de estrés mental porque estamos pensando 72 horas adelantadas, por lo menos.
¿Canción o cantante que más le guste?
El reguetón es alegre y los clásicos –sonrió- como Emmanuel, Mijares, Alicia Villarreal, pero me declaro reguetonero.
¿Le gusta el “perreo” entonces?
Con una gran sonrisa coqueta, se hizo para adelante y respondió: de vez en cuando no está mal.
¿Fue muy noviero?
(Echo a reír) Mira yo siempre he dicho: he madurado, cambiado nunca (y volvió a reír).
¿Cómo definiría el amor?
Multidimensional, hay el amor a tus padres, a tu pareja, a tus hijos, a tu trabajo, creo que todo lo que hacemos todos los días debemos de hacerlo con amor, porque nos gusta hacerlo. Yo creo que no hay nada peor en el mundo que hacer las cosas por obligación. Intento llevar esto en mi vida todos los días, creo que soy una persona que se molesta poco, creo que he aprendido a moderarme.
¿Mejor virtud?
Escuchar a todos, me gusta escuchar y la otra es que soy muy rápido, o sea, te resuelvo en el sitio, ser práctico, soy una persona muy pragmática, o sea, de sí, no.
¿Peor defecto?
Hizo una mueca, pensó un momento. Tal vez sea… (otra pausa)… tal vez trabajar tanto, a veces hasta 20 horas, le doy demasiado valor al trabajo y eso te va desvinculando de la familia.
¿Algún vicio?
Lo he logrado vencer, yo fui un fumador empedernido de dos cajetillas al día y un buen día escuchando el radio escuché la explicación de las ventajas de dejar de fumar y decidí dejar de fumar así que comencé a avisar a todos que el domingo dejaría de fumar y ya llevo cinco años sin fumar por pura fuerza de voluntad.
¿Arriba o abajo?
En medio. Tanto arriba como abajo tiene sus ventajas (soltó la carcajada).
