Un serio peligro representan los baches para los automovilistas y todo aquél que transite sobre la carretera que va de Opichén a Maxcanú, pues dichos hoyancos son cada vez más grandes y hondos.
El tratar de conducir o andar en bici sobre esa vía es un auténtico calvario, pues hay que sortear esos huecos, y todavía peor cuando es de noche y los conductores se ven obligados a bajar demasiado su velocidad.
Esto de ir más lento es doble problema porque por un lado tardan mucho más en llegar a su destino y por otro temen ser asaltados en ese tramo.
Algunos baches están tan grandes que hay que rodearlos, lo que también es muy peligroso.
Hay pobladores y taxistas de la comunidad que han mencionado que están dispuestos a arreglar dicho tramo carretero, con su propio material y mano de obra, pero otros lo consideran injusto porque por eso se pagan impuestos.
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