Ahora que se acercan las fechas de los difuntos en nuestro país, salen a relucir en nuestra región viejas tradiciones que se mantienen vigentes, entre ellas la de colocar una pulserita de hilo negro a los niños en la muñeca como una manera de protección ante la llegada de las ánimas.
Sin embargo, esto no se hace para cuidar que las visitas del más allá se lleven a los pequeños, sino para evitar que sufran accidentes, precisamente por dejarse llevar ante el encanto de lo desconocido.
Le explicamos.
De acuerdo con lo que ha dado a conocer nuestro colaborador Jorge Moreno, investigador de lo paranormal, los niños que tienen su pulserita de hilo negro no son del interés de las ánimas, pero sí lo son aquéllos que no la usan.
Cuando un niño no tiene su pulserita, está expuesto a que las ánimas de niños les llamen y ellos las siguen, alejándose de casa y exponiéndose a graves peligros ante su inocente naturaleza de infantes.
Sin embargo, hay que hacer la aclaración de que no se trata de cualquier hilo negro, sino que, para empezar, debe tener “briona”, que es un tipo de escarcha que al brillar hace que los espíritus se alejen y sepan a qué niños no se deben acercar.
Además, estos hilos o pulseras tienen que estar “trabajados” en un pequeño ritual para que verdaderamente protejan al menor, pues de lo contrario no servirán de nada.
Por cierto, no importa que con el paso de las horas o días la “briona” o escarcha se caiga, pues esto significa que las ánimas no han podido acercarse al menor para hacerle una travesura.
Los hilos deben usarse desde el 1 de octubre hasta el 30 de noviembre.
A la fecha, esta tradición se mantiene en varias partes de Yucatán, pues la celebración a los difuntos es una creencia y fiesta que a la fecha es de las más importantes para todas las personas no sólo en nuestra región, sino también en todo el país.
Tal vez te pueda interesar:
