Cada 30 de octubre, día de su cumpleaños, Cliff Devries se sube al trampolín de una piscina y se avienta para celebrar.
Su historia no daría mucho de qué hablar si no fuera porque Cliff tiene la mitad del cuerpo paralizado desde hace 22 años, después de una cirugía para extirparle un tumor cerebral le salvó la vida.
En realidad, todo su cuerpo llegó a estar paralizado, pero con mucho esfuerzo ha logrado movilizar al menos una parte y desde 1999 es entrenador de buceo en el Instituto de Tecnología de Rochester.
Además, las palabras y las acciones del nadador representan un golpe brutal para quienes se quejan de nimiedades. Y además es inspiracional para todos aquellos que quieren salir adelante y tienen algunos tropiezos.
El video ya ha sido visto al menos 45 millones de veces.
Antes del tumor, solía saltar como saltador de trampolín a nivel nacional en representación de su universidad.
