CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy en día, ante la elevada susceptibilidad de muchas personas con respecto a canciones, series, películas y cualquier otra manifestación que pudiera sugerir un “lenguaje inapropiado”, hasta los temas de “Cri Cri” podrían sufrir una fuerte censura o, cuando menos, una llamada de atención.
Apenas el pasado 6 de octubre se celebró el 113 aniversario del natalicio de Francisco Gabilondo Soler, “Cri Cri”, uno de los más destacados exponentes de la música infantil mexicana, creador, narrador y músico, que si hubiera hecho carrera en el siglo XXI podría no haber sido tan aceptado.
Tan sólo tres de sus más conocidas canciones hablan de personas afroamericanas, con el viejo mote de “negritos”, y hablando de situaciones que podrían tomarse como fuertemente racistas en nuestros días.
Una de ellas es “Negrito Sandía” que no sólo menciona la palabra “negrito”, sino que además refiere dicha fruta, que era la que se permitía cultivar a los esclavos en los Estados Unidos, pues además de que no requiere muchos cuidados, se le considera un alimento de poco valor.
El “Negrito Sandía” es una persona mal hablada a quien se amenaza con pegarle garrotazos en caso de que no mejore su vocabulario.
También está el caso de la “Negrita Cucurumbé”, que es una mujer inconforme con su color y que desea tener la piel blanca, y para ello “se fue a bañar al mar para ver si las blancas olas su carita podían blanquear”.
Un pescado con bombín se le acerca y la convence de no intentarlo más, pues “así negra estás bonita”, y aunque podía tratarse de una forma de destacar que el color de la piel no es importante, para muchas personas podría tratarse de una agresión en nuestros días.
Si bien la canción del “Negrito Bailarín” hace referencia a un muñeco de juguete, en la letra se le dice “perezoso” y le dicen que “lo compré para ver bailar a usted”, lo cual podría interpretarse como una forma de esclavitud, incluyendo el hecho de que fue comprado.
“La muñeca fea”, según algunas personas, hace referencia a una mujer poco agraciada que prefiere esconderse luego de haber sido olvidada, y aunque un ratón se le acerca para darle ánimos, lo hace diciéndole que la quieren la escoba, el recogedor, el plumero y el sacudidor, es decir, elementos que se usan para la limpieza doméstica, generando posiblemente un estereotipo hacia la mujer.
Finalmente, se puede mencionar el dramático caso de “La Patita”, pues en la parte final de la canción se menciona que sus patitos crecen y no tienen zapatos, y su esposo es un pato sinvergüenza, perezoso y que no aporta el gasto familiar. Peor aún, que cuando los patitos le piden de comer, ella les responde “coman mosquitos”.
Por supuesto, las generaciones que han crecido con las canciones del Grillito Cantor tomarían estas cosas como algo sin mayor problema o relevancia, pero ante la susceptibilidad de las nuevas generaciones, pronto estos temas podrían ser censurados.
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