Investigadores suizos coinciden en que el coronavirus causa un extraño efecto en una zona cerebral receptora del dolor, haciéndola menos sensible, por lo cual se ha observado que pacientes enfermos de cáncer que se contagian de Covid-19 tienen un significativo descenso en los dolores que les causa esa enfermedad.
Fueron médicos de los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG) los que detectaron que la infección del SARS-CoV-2 tiende a afectar al sistema nervioso, y de esa forma se reducen los dolores que sufren los pacientes de cáncer mientras el Covid-10 está activo.
Esto se da cuando el coronavirus está en su fase más fuerte, y se notó que los enfermos de cáncer reducen su dolor en un amplio porcentaje, e incluso por completo.
Conforme va desapareciendo el Covid del organismo, los dolores regresan, y eso es lo que ha permitido suponer que la infección tiene qué ver con ese tema.
La investigación recoge tres casos de pacientes oncológicos investigados por un equipo liderado por la doctora Lisa Hentch, de la sección de Medicina Paliativa de los HUG, y Matteo Coen, de Medicina Interna, apoyados por especialistas en neurología, radiología y patología.
Los pacientes observados son varones de entre 67 y 84 años, que fueron ingresados tras contagiarse de Covid-19, y durante el tiempo que duró la infección experimentaron la desaparición de sus dolores derivados del cáncer.
Los expertos barajan la hipótesis de que la generalizada inflamación que el coronavirus causa en muchos órganos, afecta a la ínsula, una de las partes más profundas del cerebro que entre otras funciones tiene la de transmitir al ser humano percepciones tales como el dolor.
Sin embargo, aseguraron que se necesitan más estudios para confirmar estas observaciones y validar estas hipótesis, que permitirían ahondar en los mecanismos responsables de la percepción del dolor, abriendo nuevas vías en la investigación y las terapias.
