El pasado sábado hizo erupción el volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai, en el Pacífico Sur, y hasta el momento, el Gobierno de la isla de Tonga ha reportado la muerte de al menos 3 personas, lo cual es considerado como “un desastre sin precedentes”.
Tres días después, aún hay zonas completamente incomunicadas tras este fenómeno natural que sorprendió a los habitantes de zonas cercanas y de otros ubicados a miles de kilómetros.
El Gobierno de la isla emitió un comunicado oficial indicando que dicha erupción generó olas de hasta 15 metros de altura que con furia golpearon varias islas que conforman ese archipiélago en Oceanía.
Los daños materiales han sido incuantificables y, por el momento, son tres personas las que se ha confirmado que fallecieron, que fueron una mujer británica, , una mujer de 65 años de la isla de mango, y un hombre de 49 nativo de la isla Nomuka.
De hecho, en la isla Mango, explica el comunicado del Gobierno, todas las casas fueron destruidas, y sólo dos quedaron en pie en la isla Fonoifua, que junto con la de Nomuka fueron las más afectadas.
Ha sido difícil llevar ayuda humanitaria a algunas de las zonas más afectadas, pues los buques militares han tenido que enfrentarse a difíciles condiciones por la destrucción en las costas y la gruesa capa de ceniza que cubre el territorio en donde se encuentran 169 islas con 105 mil habitantes en total.
La Fuerza Aérea de Nueva Zelanda tomó imágenes que muestran el paisaje cercano al sitio de la erupción completamente cubierto de ceniza, y se observan además fuertes daños en edificios. Además hay inundaciones en varias zonas.
De Nueva Zelanda partieron hacia Tonga dos barcos de la Marina con ayuda humanitaria para Tonga, y se espera que lleguen el viernes. Australia prepara también envíos de emergencia que lleva además 250 mil litros de agua y una planta de desalinización, en tanto que la Cruz Roja enviará 2516 contenedores de agua.
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