Enigmas: terror por pintura de mujeres con ‘poderes’ paranormales
Por Jorge Moreno
En esta sección hemos platicado en tres o cuatro ocasiones sobre el misterio de los “cuadros malditos”, es decir, pinturas que fueron hechas por diversos artistas (conocidos o desconocidos) y que por algún motivo han sido objeto de fenómenos paranormales, malas vibras, brujería o maldiciones.
Hoy les presento por primera vez un caso, ocurrido en Estados Unidos que, aunque pudiera ser poco creíble, se dice que está inspirado en sucesos reales (incluso hay una película al respecto); en lo personal, creo que luego de tantos años de ver muchos casos reales e impactantes, no me extrañaría que tuviera tintes de realidad:
“Todo sucedió cuando yo tenía 13 años, recuerdo que mi padre era arquitecto, a él le gustaba mucho coleccionar cosas antiguas, por lo que en la casa tenía una habitación donde colocaba todo lo que compraba o conseguía.
”Un sábado, mi papá me dijo que lo acompañara a una ‘venta de garaje’, yo entusiasmada le contesté que sí, ambos le preguntamos a mi mamá si quería ir, pero ella nos dijo que mejor se quedaba haciendo el almuerzo, entonces mi padre y yo nos fuimos.
”Lo bueno es que la venta de garaje no era tan lejos de la casa, así que decidimos caminar, cuando llegamos pudimos ver que habían muchas cosas y varias personas comprando. Recorrimos el lugar y terminamos adquiriendo un jarrón para flores, algunas monedas antiguas y un juego de cartas muy viejo.
El hallazgo
”Cuando mi papá estaba pagando, vio al lado de la persona que le estaba dando el cambio, un hermoso cuadro que tenía retratadas a ocho mujeres; él le preguntó si estaba a la venta y el señor contesto que no, por lo que mi papá le insistió, ofreciéndole una buena suma de dinero, pero el señor se negó, agregando que ya lo iba a guardar.
”Justo en ese momento alguien dejó caer una taza, por lo que el señor fue a ver qué ocurrió, y mientras esto sucedía, mi padre me hizo una seña indicándome que tomara el cuadro, yo le hice caso en tanto que él dejaba dinero encima de la mesa de aquel vendedor.
”Cuando regresamos a casa, mi madre ya estaba sirviendo el almuerzo, nosotros le mostramos lo que habíamos comprado, incluyendo la pintura, pero mamá, al verla, de inmediato nos dijo que no le agradaba. Papá no le prestó mucha atención y sólo la llevó al cuarto donde tenía sus antigüedades.
Desaparición
”Los días empezaron a pasar y mi mamá nos comentó que estaba teniendo pesadillas con aquella pintura, que no veía a las mujeres, sino que salía un hombre que siempre intentaba tomarla, pero ella salía corriendo, lamentablemente ni yo ni mi padre nos preocupamos por esto.
”Pasaron dos semanas más y un día en la noche escuché gritar a mi mamá; yo corrí a la habitación de mis padres, pero sólo estaba mi papá, muy asustado buscando a mi madre. Ella había desaparecido, ambos la buscamos por días, semanas, meses y así pasaron tres años. Mi padre enfermó y ambos sólo nos preguntábamos dónde estaría mi madre.
”Cuando mi padre falleció al siguiente año. Yo estaba muy triste, por lo que empecé a recoger sus cosas con la ayuda de mi abuela, y cuando me encontré con aquella pintura, al verla con más detenimiento pude ver que ya no tenía ocho mujeres pintadas, sino que ahora eran nueve y me quedé muy asombrada al ver que una de ellas ¡era mi mamá!
”Ese día volví con la pintura a la casa donde la habíamos ‘robado’, pero cuando llegué, un vecino me dijo que el señor se había mudado hacía cuatro años cuando su esposa desapareció; me metí en internet a investigar y pude ver la foto de aquella mujer… entonces la piel se me erizó al ver que ella también estaba en aquel cuadro.
” Busqué en varios sitios la historia de la pintura y me sorprendí al saber que el hombre que la había pintado había retratado a su esposa que estaba en el medio de las demás, y que justo 14 días después la asesinó.
”Recordé que mi madre también había durado justo 14 días antes de desaparecer cuando llevamos la pintura a la casa; no la regalé ni la vendí porque no quería poner en riesgo a nadie más, así que la tengo conmigo todavía, pero desde el día que cumplí 18 años, comencé a tener estas pesadillas con la pintura, y con él hombre que la pinto, y estoy muy aterrada y nerviosa porque mi cumpleaños fue hace dos semanas”.
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(Foto de contexto)
