Enigmas: Objetos paranormales que guarda el Vaticano

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Por Jorge Moreno
Es de todos sabido que la Iglesia católica tiene en El Vaticano una gran cantidad de tesoros, colecciones de obras de arte, documentos y artículos de todo tipo que son invaluables, tanto en el aspecto monetario como histórico.

Toda esta serie de tesoros y objetos se han ido acumulando y aumentando prácticamente desde el primer siglo de nuestra era, pues antiguamente era común que la gente de la aristocracia dejara dicho en su testamento que sus principales recursos (no sólo dinero, también propiedades, colecciones de arte y otras cosas de sumo valor) pasaran a manos de la Iglesia.

Entonces, más allá de la fortuna en dinero y propiedades acumuladas, también tienen obras de arte, manuscritos, documentos y claro, está, aunque suene extraño, no escapa el tema paranormal o de brujería dentro de esa grandísima colección.

Pero hay que ser claros, es evidente que nadie en la Iglesia dijo: “vamos a coleccionar objetos de terror”, esto se ha convertido más bien en una necesidad, tal y como a continuación explicamos con tres objetos que tienen en el mayor de los resguardos.

El Cronovisor

Antes de morir en 1994, el padre Pellegrino Ernetti aparentemente había visto mucho. De manera bastante inusual, el monje afirmó haber vislumbrado al senador romano Cicerón pronunciando un discurso en el 63 a. C.; también presuntamente presenció visiones de la Última Cena de Jesús y había visto alocuciones de Napoleón.

Y según Ernetti, él había sido testigo de todos estos puntos cruciales de la historia utilizando un dispositivo llamado Cronovisor, que, al parecer, le permitía mirar hacia el pasado como si estuviera viendo la televisión.

El amigo de Ernetti, François Brune, no hizo caso cuando la gente intentó desacreditar al Cronovisor. En cambio, afirmó que tanto el Papa Pío XII como Mussolini consideraron que el dispositivo era un peligro para la humanidad, con el resultado de que finalmente fue destruido.

Sin embargo, se pudo averiguar tiempo después que la Iglesia, contrariada con semejante invento, y sin asegurar o negar si servía, en realidad decidieron resguardarlo, ya que, en caso de servir, sería un peligro en caso de caer en manos equivocadas, y en caso contrario, aún destruyéndolo, se quedarían con la duda de su real funcionalidad.

Incluso llegaron a debatir el hecho de que, esa “tecnología” fallida o no, les podría servir en un futuro, por ello decidieron decir públicamente que el Cronovisor no funcionaba y que fue destruido, así como el plano que se usó para crearlo; en la actualidad está en la llamada “colección secreta del Vaticano”.

Cráneos alienígenas

Los católicos no parecen tener opiniones firmes sobre la idea de que existe vida en otros planetas. De hecho, muchos aceptan la noción, ya que creen que Dios ha demostrado ser infinitamente creativo, y es posible que tal ingenio no haya sido reservado únicamente para la Tierra.

De hecho, el Vaticano puede tener más pruebas de que el universo sí incluye extraterrestres. Sí, algunos afirman que la Iglesia católica ha escondido los cráneos de criaturas de otro mundo. Y, naturalmente, ese tipo de evidencia de vida extraterrestre probablemente sería más explosiva que cualquier avistamiento de OVNI.

Por lo anterior, se dice (no hay alguna evidencia contundente, claro está) que almacenan en sus bodegas bajo resguardo, restos de presuntas naves espaciales y al menos nueve cráneos de otro mundo, los cuales fueron obtenidos hace tres siglos, mucho antes de que los gobiernos modernos se interesaran en estos asuntos, pues hoy en día, Rusia y Estados Unidos son los que acaparan cualquier evidencia extraterrestre que pudiera encontrarse.

El cuerpo de un “poseso”

Algo que si es sabido de manera oficial, es que El Vaticano tiene una agrupación internacional de sacerdote exorcistas, que se especializan en dichos asuntos en todo el mundo. Se cuenta que el padre Gabriel Amorth (fallecido hace unos años), tuvo un caso de un poseído que murió y no pudo ser enterrado, por ello el cuerpo fue sellado en un ataúd y por órdenes expresas se mantuvo en una bodega del Vaticano a cierta temperatura.

Dentro del ataúd, están unos crucifijos benditos, agua bendita y otras cosas que impiden que el demonio pudiera salir; en ocasiones, se escuchan fuertes golpes del interior del ataúd e incluso la voz de un niño que, llorando, pide que lo ayuden a salir.

El cuerpo del poseído, era de un italiano de poco más de 40 años, de hecho, en sus memorias, el padre Amorth cuenta que entre los miles de exorcismos que realizó a lo largo de más de cincuenta años, ese fue de los más difíciles,

Como podemos ver, estos fueron tan sólo tres casos, no cabe duda que debe haber muchos misterios más guardados en el interior de las paredes de la ciudad del Vaticano.

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