Enigmas: espíritu ronda cerca del Chembech

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Rollo: Jorge Moreno
Hoy les presento un correo electrónico que me mandó don Raúl Berzunza Santiago, de la ciudad de Mérida, quien nos relata una interesante historia paranormal ocurrida en el rumbo de “La Plancha” y que bien podría ser considerado el origen de los enigmas que rondan en esa céntrica zona ubicada cerca de “El Chembech”:

“Qué tal amigos de la sección de ‘Enigmas’, desde hace varios años leo con interés su columna y he visto que hace tiempo hablaron, creo en un par de ocasiones, sobre historias de fantasmas ocurridas en ‘La Plancha’, y tras leerlas, quise mandar mi colaboración sobre lo que vivió ahí mi padre, pero por uno u otro motivo lo dejaba pasar hasta que ahora si me decidí, espero que lo publiquen”.

“Antes de iniciar mi relato debo decir que tengo actualmente 61 años de edad, tengo la fortuna de tener con vida a mi padre, quien en días pasados cumplió 80, y aunque ahora ya no puede hilar ideas ni platicar coherentemente, desde que yo era un adolescente me contaba sucesos paranormales que ocurrían ahí, pues él laboró en ferrocarriles por muchos años.

”Según me contaba, en ese rumbo, casi frente a la estación, había una pequeña cantina a donde iban a tomar los ferrocarrileros cuando salían del trabajo, algunos iban diario y otros solo los fines de semana; el caso que de vez en cuando había peleas y no faltaban los botellazos o trancazos que sólo eran parados cuando a veces llegaba la policía, pues en ocasiones ésta brillaba por su ausencia.

”El caso es que mi papá me cuenta que en una ocasión uno de los comensales de la cantina salió y se cayó al piso y después se sentó; como era muy borrachito pensaron que solo se sentó a descansar o recuperarse, pero con el paso de los minutos se dieron cuenta que no se movía, y cuando se acercaron sus compañeros descubrieron que había muerto, le había dado una congestión alcohólica y nadie se acercó a ayudarlo.

”Me cuenta mi papá que desde esa misma semana varios de sus compañeros empezaron a decir que lo habían visto rondar por ahí, decían que era su alma en pena que no descansaba por la tristeza de no ver la celebración de su hija, la cual iba a cumplir quince años la semana siguiente de la muerte y ya le habían preparado su fiesta.

”Tenía un compadre y un vecino que trabajaban aquí en ferrocarriles, mi papá los conoció y le consta que contaban que en la casa en donde vivió el difunto todas las noches se escuchaba el llanto de un varón, y hasta mandaron a llamar a un sacerdote e hicieron rezos especiales por el descanso de su alma. Incluso estos fenómenos también empezaron a darse en el trabajo, pues de pronto se movían las cosas, las herramientas las dejaban en un sitio y a los pocos instantes aparecían en otro lado”, explicó.

“Mi papá decía que ese señor se llamó en vida Tomás y por meses e incluso años se contaba su triste y misteriosa historia tanto a los empleados de nuevo ingreso como a los que ya lo sabían, y por cualquier cosa extraña que pasara decían que seguro era el fantasma de Tomas”, finalizó.

Cabe mencionar que esta historia es muy antigua, de los años cincuentas del siglo pasado, y los reportes que hemos publicado en esta sección ocurrieron en los años 80, 90 y hasta hace un lustro, por lo que sin duda, podríamos atribuir también al “fantasma de Tomás” las situaciones extrañas que vecinos, peatones y hasta policías han reportado en esa zona.

 

 

 

 

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