“Aporrean cosas” en el panteón de Kinchil
Rollo: Jorge Moreno
La semana pasada dos vecinos del municipio de Kinchil me reportaron que el día primero de diciembre de este año acudieron a llevarle flores a su difunto padre, pero al momento en que estaban parados junto a su tumba escucharon de pronto el estruendo como de una puerta metálica que se aporrea con algo:
“Se escuchó fuerte y muy cerca de nosotros, pero volteamos y no había nadie, y no es que alguien se hubiera guardado pues estaba claro eran como las cuatro de la tarde y ni siquiera había viento como para pensar que una ráfaga hizo que se aporreara algo”.
Cabe destacar que el cementerio se ubica cerca de la carretera que va a la comisaría de Tamchen y de acuerdo con los testimonios de la gente del rumbo esos ruidos extraños se escuchan desde hace varios años; hay quienes afirman que son las ventanas de cristal de los nichos que se abren y cierran de forma violenta porque los espíritus están reclamando que los visiten sus seres queridos:
“A veces no hace viento y vemos como se mueven, ya sea abriéndose o cerrándose, mi cuñado hasta se ha acercado para verlo y se da cuenta que la ventana es pesada y no se mueve fácil, por lo que es imposible que el viento sea el causante, yo creo que es el ánima de la persona que está enterrada ahí o bien de otra”, señala una señora que prefiere guardar el anonimato pero que vive muy cerca de ahí.
Y agrega: “a mí la verdad me da mucho miedo eso, debo confesarlo, sobre todo porque vivo cerca de ahí; también me contaron que en una ocasión durante un entierro, cuando se iban todos los familiares y amigos del difunto, de pronto se empezó a escuchar un llanto muy fuerte; algunos pensaron que a lo mejor alguien aún estaba ahí, pero por más que revisaron entre los pasillos no había nadie, todavía estaba claro y el panteón es pequeño por lo que no pudo haberse guardado nadie”.
“Uno de los familiares de pronto empezó a gritar y dijo que ese llanto era del papá del difunto (también ya había fallecido) y que lloraba por la muerte de su primogénito”, explicó.
Asimismo dijo que hace un tiempo, su madre le platicó que cuando era joven vio una especie de pájaro enorme que entró volando al cementerio, se paró un momento en el pasillo y se convirtió en un humano para minutos después volver a salir de la misma forma:
“Fueron como tres personas los que lo vieron, pero no dijeron nada porque sabían que los tirarían a locos, después se enteraron que era un brujo de Samahil que se convertía en Huay Cot y que venía al panteón de aquí para llevarse tierra y huesos para hacer unos conjuros”, comentó.
También recordó que hace varios años un ex policía se mató con su moto en una de las paredes del panteón: “No estaba de servicio, se fue a la fiesta de Celestún y llegó en la madrugada, había dejado su moto en el palacio y aunque le dijeron que estaba pasado de copas el insistió en irse manejando, sólo llegó al panteón y derrapó, se estrelló en el muro y murió al instante”.
He ido en varias ocasiones a este cementerio pero hasta el momento no se ha grabado algo contundente, con excepción del ligero movimiento de una de las ventanas de un nicho, pero esto se podría atribuir al viento.
