Enigmas: Fantasma “religioso”

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Por Jorge Moreno
¿Por cuánto tiempo puede vagar el alma en pena de un difunto? Esta pregunta me la hacen muy seguido, y la gente se sorprende cuando les respondo que incluso por siglos; ya que hay quienes creen que en unos cuantos años, todos los “fantasmas” cruzan el umbral y se van.

Sin embargo de acuerdo con los estudios de varios especialistas en la materia y de investigaciones en muchos sitios, se han encontrado casos sorprendentes como por ejemplo fantasmas que hasta el día de hoy deambulan en la “Torre de Londres”, a pesar de hacer muerto hace casi tres siglos, o el caso de un señor que trabajo en el edificio de la Lotería Nacional en la ciudad de México en el siglo antepasado y hasta la fecha afirman ver su silueta.

Algo similar ocurrió en Yucatán hace poco, así nos lo cuenta la lectora Rosa Elina Argáez Ortega, de la ciudad de Mérida, quien para su fortuna pudo ayudar a un alma en pena:

“Cuando era joven yo vivía en casa de mis abuelitos en Dzemul, con mis hermanos y mis padres, la casa era de tipo colonia, de esas que tienen las puertas y ventanas altas y bonitas y a lado, mis abuelitos construyeron una capilla”.

“Me cuenta mi padre que una noche escuchó que golpearan la puerta, se levantó y fue a abrir, y se llevó la sorpresa de que no había nadie, se acostó, cuando volvió a escuchar que golpearan y entonces mi abuelita fue y abrió, pero tampoco había nadie”.

Ellos dos se asustaron pues eran ya las 12 noche, entonces mi padre salió a investigar quien golpeaba y no encontró nada y abuelita se puso a pensar que era lo que estaba pasando pues no habría ninguna persona que los quiera fastidiar en el pueblo
.
Volvieron a golpear, lo raro es que por debajo de la puerta se veía una sombra como si estuviera parada detrás de la puerta, pero de inmediato la abrían y no había nadie, y ni manera de que el “bromista” se guardara pues no había donde pudiera hacerlo.

Entonces mi abuelita recordó que el ex dueño de la casa y la capilla había muerto en esa fecha, pero hacía más de noventa años, eso sus suegros (padres de mi abuelito) se lo habían contado.

Mi abuelita entonces fue a la capilla, encendió una veladora, agarró su rosario y se puso a rezar por el alma del señor. A partir de ese momento, los golpes se dejaron de escuchar…

Cabe mencionar que el ex dueño de esa casa era una persona que vivía sola, no tenía a nadie, bueno por lo menos no tenía familiares en el pueblo. Cuando murió, solo sus vecinos lo enterraron, el era de mucho dinero en esa época, y gracias a él se construyo la capilla que ahora sigue existiendo y es en donde están sus restos. Al parecer sólo quería que le recen, quizás en vida fue muy católico o asiduo a ir a la iglesia.

Hasta aquí la historia que nos mandó Rosa Elina, a simple vista se pudiera pensar que esa alma en pena solo quería que alguien la recordara en su aniversario luctuoso, pero quizás también buscaba que alguien lo ayude a buscar el descanso eterno, poniendo una veladora en la capilla en donde están sus restos; de una forma u otra a partir de ese momento las manifestaciones cesaron por completo.

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