Por Jorge Moreno
Hoy les presentamos un interesante relato relacionado con los cenotes y la brujería; lean con atención y esperemos les sirva de “moraleja” para quienes no creen en estas “cosas”.
La historia nos lo mandó una persona oriunda de Yucatán que prefiere guardar el anonimato. “El siguiente relato le pasó a mi ex cuñado; es algo que vivimos en carne propia, no me lo contaron».
«Hace unos quince años, él trabajaba limpiando cenotes en varias comunidades de Yucatán, en su juventud había sido buzo en la isla de Cozumel y ahora, ya radicando en su pueblo natal, ayudaba a sacar basura de varios cenotes, donde por cierto, aparte de sacar envases pet, llantas y todo tipo de porquerías, nunca faltaba que de pronto hubiera dentro del agua frascos con presunta brujería».
“Él nunca había creído en la magia negra y esas cosas, y en una ocasión que le tocó sacar un frasco, por algún motivo éste se abrió y quedaron expuestas unas cintas rojas, dos muñecos hechos como de cera, unas monedas antiguas y otras cosas más. Yo lo vi porque en ese entonces también los acompañaba, y aunque yo no me metía al cenote, me encargaba de empaquetar y clasificar la basura».
Gran error
“En ese momento nadie quería tocar el frasco; unas personas que eran de ese pueblo dijeron que era magia negra muy fuerte, entonces mi cuñado dijo que eran tonterías y agarró con sus manos eso y lo metió a una de las bolsas negras de basura. Por si fuera poco empezó a insultar y burlarse diciendo que estábamos en pleno siglo veintiuno y no era posible que la gente aún creyera en esas ‘babosadas’».
“Algunos de los presentes hasta se persignaron porque dijeron que no debía burlarse, tanto por respeto al cenote como por el hechizo; lo que pasó a continuación no lo van a creer: la siguiente semana le tocó ir a otro cenote y casi se muere ahogado. Dice que sintió que algo lo jalaba e incluso falló su tanque de oxígeno, fue sorprendente porque era un buzo muy experimentado, casi quince años
había trabajado de eso en Cozumel e Isla Mujeres, en Quintana Roo».
“El caso que esa fue la última vez que se metió a un cenote, nunca más volvió a bucear y nunca quiso decir qué fue lo que realmente pasó; los que conocen de eso dicen que fue una especie de maldición por haber tocado a mano limpia esa brujería y, sobre todo, por haberse burlado».
“Han pasado quince años desde ese entonces y hasta el día de hoy nunca más se ha metido pero ni siquiera a una ‘pisicinita’ a chapotear… Dice que lo que vio, se lo llevará a la tumba y que nunca lo dirá, y a partir de ese entonces, cuando alguien saca a la plática el tema de la brujería sólo se queda callado, hasta sus amigos se burlan y le dicen que quedó ‘traumado’ y por eso ya no se burla».
Hasta hubo divorcio
“Cabe mencionar que a los dos años de eso, se separó de mi hermana, tuvieron muchos problemas de pleitos y dinero después de que le pasó lo del cenote, como si se hubiera convertido en otra persona, pues antes de eso se llevaba muy bien con su esposa y ganaba bien».
“Hasta hace poco (lo sigo viendo, pues aún vive en el pueblo, solo, debido a que nunca se volvió a casar). Él sigue hundido y no ha querido buscar ayuda a pesar de que le dicen que cargó algo de magia negra. No cabe duda que quedó confirmado lo que siempre había escuchado de mi abuelito, que si tocamos alguna cosa de brujería, a veces lo podemos ‘cargar’ y no porque no creamos, no nos pasará nada”, finalizó».
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