Por Jorge Moreno
Hoy les presento el caso de “don Chulo”, antiguo velador del panteón Florido de Mérida, quien ha sido visto deambular en ese sitio y le ha puesto los nervios de punta a más de uno.
Este caso me lo platicó el 31 de octubre pasado la señora Rosario Varela, quien vive en el centro, a pocas cuadras del camposanto, al cual ha asistido desde que era una niña.
“Yo tengo actualmente 71 años, pero desde que era una niña he ido con frecuencia al panteón Florido, pues ahí están enterrados mis abuelos, mi papá, tíos y otros familiares, por lo que desde ese entonces me tocó escuchar historias de miedo”, comentó.
“Uno de los casos que más miedo me daban era el de ‘don Chulo’, ya que me tocó vivirlo en carne propia. A ese señor así le apodaban y era uno de los trabajadores del panteón Florido; vagamente lo recuerdo, pues siempre usaba una gorra y tenía su pelo largo y todo alborotado, creo que nunca se peinaba, parecía un loquito y pues de ahí su apodo.
”De pronto lo dejamos de ver, pensamos que a lo mejor dejó de trabajar ahí pero al cabo de dos o tres años fue que nos dijeron que había muerto y que justo ahí lo habían enterrado; y la verdad que eso fue lo sorprendente porque mi mamá y yo vimos a ‘don Chulo’ apenas un par de meses antes.
”No se me olvida la fecha porque fue en enero en que fuimos a llevarle flores a mi abuela cuando nos dijeron que el señor llevaba más de dos años muerto, pero dos meses antes (el 1 de noviembre) lo vimos y hasta lo saludamos cuando fuimos por la conmemoración de los Fieles Difuntos al panteón Florido, estaba a unos 10 metros de nosotros, barriendo cerca de unas tumbas y su apariencia era inconfundible, con su característica melena despeinada.
”Esto que les digo ya tiene más de 40 años que ocurrió y siempre para época de finados lo recordábamos mi mamá y yo, por fortuna ella también lo vio, si no, pensarían que yo estaba loca o inventándolo, de hecho el resto de mi familia no nos creyeron nunca.
”Con el paso de los años me enteré que las manifestaciones paranormales de ‘don Chulo’ eran recurrentes, y que otros veladores ya lo habían visto en ese mismo sitio y que había espantado a varios incautos, sobre todo por su apariencia física, con el pelo largo y sin peinar.
”Me dijeron que él era muy entregado a su trabajo y quizás por eso se aparecía en el panteón, a lo mejor no sabía que su alma ya no pertenece a este mundo y aún cree que tiene que seguir trabajando ahí”, terminó contándonos doña Rosario Varela.
