Enigmas: el espíritu del vecino lo saludó en Tekax

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Rollo: Jorge Moreno
Hoy hablaremos sobre la experiencia paranormal de un lector de la ciudad de Tekax, quien nos mandó su relato vía correo electrónico. Su nombre es Alexis Can Bacab y comenta que esta sección “Enigmas” de De Peso es su favorita:

Cuando una persona fallece, en ocasiones se puede manifestar para despedirse no sólo de sus familiares y amigos, también de otras personas que tengan la sensibilidad de percibirlo, y esto es lo que precisamente le ocurrió a nuestro entrevistado, quien cuenta que en el 1993, cuando era un adolecente, todos los días iba a visitar a su novia, que vivía a unas 10 cuadras de su casa, se quitaba a altas horas de la noche.

“En una ocasión, fui a visitar a mi abuela, y me dijo que recién había fallecido un vecino que vivía en la esquina; sólo lo conocía de vista y no le dí mucha importancia, pero tres días después, cuando me quitaba de visitar a mi novia, eran casi las 12 de la noche y pasé frente a la casa de ese señor, la cual estaba a unas tres cuadras de donde vivía ella, y era mi paso para dirigirme a mi domicilio y, de pronto, lo vi sentado en una banca, con su ropa de costumbre.

”Conforme me fui acercando confirmé que se trataba de esta persona y que no me había confundido, pero lo tomé como broma, es decir, pensé que mi abuela era la que se había confundido y ya había ‘matado’ al señor que en realidad estaba ‘vivito y coleando’, y seguí observándolo hasta que él también me miró y por pena bajé la vista.

”Al día siguiente desperté con un fuerte dolor de cabeza y lo sucedido la noche anterior lo había olvidado, parecía como si me hubieran borrado ese recuerdo de la mente. Lo recordé de nuevo como seis días después. Quería asustar a mi novia, considerándolo una broma y el asustado fui yo cuando ella me confirmó que efectivamente ese señor había fallecido antes de que yo lo viera.

”Les juro que me quedé tan impactado que empecé a sudar frío y me daba más miedo por una vieja creencia que me habían enseñado (que cuando veías a un aparecido y lo contabas te morías), por esa razón no le comenté a nadie hasta que no aguanté más y se lo conté a mi mamá y me dijo que no había tanto problema, que mientras no hablaras con esa persona no pasaba nada. Gracias a Dios estoy aquí vivo para contarles esta anécdota que quiero compartir con ustedes”, dijo.

Pero eso no ha sido todo lo que le ha ocurrido a Alexis, también recuerda con cierto miedo la experiencia que vivió por esas mismas fechas y la forma en que se salvó:

“Una noche me encontraba cerca del panteón, era como las 11 y de pronto, al dar vuelta a la esquina con mi bicicleta, vi una manada como de 50 perros sin exagerar. Di la vuelta y salí despavorido de allí, pensando que sólo eran perros normales, pero mayor fue mi sorpresa cuando al voltearme vi que detrás de mí venían dos enormes canes que juro medían casi 1.50 metros de altura con unos enormes colmillos y mirada diabólica.

”Aterrorizado, seguí aceleradamente con mi bici, pero por más que pedaleaba sentía que estaban más cerca de mis pies, hasta que ya no pude y subí mis pies por delante, resignándome a que era mi fin. En unos segundos pasaron mil ideas en mi cabeza sobre mi final mientras me dejaba llevar por la inercia de mi bicicleta.

”Cuando la bici empezó a detenerse, mayor fue mi desesperación pero con sorpresa vi también que los perros se detuvieron y sin darme cuenta estaba enfrente del cementerio, y brevemente, al virar a ver entre las rejas, vi en el fondo a tres personas vestidas de blanco. Eso me dio más miedo, casi me desmayo, pero recuperé fuerzas y me fui a mi casa, por fortuna ya no me persiguieron los perros”, finalizó.

El testigo de esta historia afirma haber visto a tres personas extrañas dentro del panteón.

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