El anuncio hace unos días de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha supuesto una auténtica bomba informativa y financiera en el sector del entretenimiento.
La compañía tecnológica de Bill Gates anunciaba la adquisición de la desarrolladora de algunos de los videojuegos más populares de la última década. Tal y como se afirmaba en el comunicado oficial de Microsoft, la compra se realizará por $95 USD por acción, una transacción total valorada en $68.7 mil millones de dólares que se hará en efectivo.
Desde el inicio de la presencia de los videojuegos y otros juegos clásicos en Internet, que permite jugar contra multitud de contrincantes que no se encuentran físicamente en el mismo lugar, se han producido diversos fenómenos. Uno de los primeros fue el boom del poker online a principios del siglo XXI que popularizaron plataformas como PokerStars o, más recientemente, el juego de realidad aumentada Pokémon Go, que llegó a colapsar espacios como Central Park de Nueva York o una carretera de Sídney. Blizzard ha sido responsable de varios de esos “fenómenos” de juegos online que se han producido en los últimos años, desde el Candy Crush hasta hitos de los esports como World of Warcraft o Starcraft.
Activision Blizzard se ha dedicado al desarrollo de videojuegos desde 1991, especializándose en los juegos de estrategia en tiempo real y MMORPG (videojuegos de rol multijugador masivo online). Pero, además, en 2016, adquirió la empresa británica King, responsable de Candy Crush, y también es suya la empresa Activision, primera distribuidora externa de los juegos de Atari y creadora de videojuegos como el popular Call of Duty.
Microsoft no necesita presentación. Fundada en 1975 por Bill Gates y Paul Allen, este gigante es conocido principalmente por haber desarrollado el sistema operativo Windows, además de otros componentes de software y hardware de computadoras. Desde el inicio, los productos de Microsoft se pensaron como un “computador personal” (PC) que sirviera para trabajar o comunicarse; también para jugar, aunque el entretenimiento no era la prioridad y se limitaba a algunos juegos incorporados al sistema operativo como el famoso “Solitario”. Sin embargo, finalmente en el año 2000, la compañía de Redmond se adentró en el mundo de los videojuegos de consola con la creación de Xbox.
Ahora, con la adquisición de Activision Blizzard, Microsoft se convertirá en la tercera empresa de videojuegos más grande del mundo, superada solamente por la china Tencent -dueña de Riot Games, responsables de League of Legends o Valorant- y por la multinacional japonesa Sony, que ofrece, entre muchos otros productos de entretenimiento, las consolas PlayStation.
Precisamente ha sido en Sony donde se ha producido una mayor reacción al anuncio de Microsoft. La compañía japonesa ha manifestado su preocupación por que los juegos de Blizzard se conviertan en exclusivos. Sony ha lanzado un mensaje a la empresa de Bill Gates diciendo que espera que los videojuegos sigan siendo multiplataforma y estén disponibles también para PlayStation como hasta ahora.
El anuncio ha causado estragos en el sector del entretenimiento, pero también en el financiero. La cifra de casi 70 mil millones de dólares que Microsoft pagará por Activision Blizzard ha pillado a todos por sorpresa. Esa cantidad es 70 veces mayor de lo que pagó Facebook por Instagram, sin embargo, los analistas coinciden en que es un buen movimiento de Microsoft.
No parece que la tecnológica americana, que contaba con un saldo de más de 130 mil millones para inversiones, necesite el dinero. Más bien se trata de un intento de estar presente en un mercado que no hace más que crecer. Se estima que los ingresos de Blizzard son de unos 8 mil millones al año y subiendo. Para la compañía de videojuegos, el trato con Microsoft ha supuesto todo éxito; tras el anuncio de la adquisición, sus acciones subieron en un 30%. Por otro lado, el principal rival para la Xbox de Microsoft, Sony, se desplomó en Bolsa.
Todo apunta a que la idea de Microsoft es incorporar los videojuegos como servicio. La compañía refuerza su apuesta por su Game Pass, que ofrece acceso a distintos juegos de un modo similar al de las plataformas de streaming con las películas y series de televisión. Ese, parece ser, es el futuro del entretenimiento.
