Si no conoces la historia del estafador Simon Leviev, es algo imperdible. Muchos no sabíamos nada de la vida de este sujeto, pero resulta que Netflix recién estrenó un documental sobre ello.
Leviev utilizó la plataforma global de citas Tinder para estafar a sus víctimas. A través de su perfil en Tinder, Leviev mostraba diversas fotos que ilustraban la vida ostentosa que llevaba e indudablemente esto atraía a sus víctimas.
Simon nació en Bnei Brak, una ciudad israelí al este de Tel Aviv, con el nombre de Shimon Hayut, pero posteriormente lo cambió para sugerir una falsa relación paterno-filial con el magnate de los diamantes Lev Leviev.
Primeros engaños
A la edad de 20 años, Hayut robó cheques de una familia en Kiryat Ono, ese dinero lo usó para comprar un Porsche y tomar lecciones de vuelo en Haifa; asimismo estafó a un compañero de curso convenciéndolo de invertir en un negocio de ropa que resultó ser mentira.
En 2011 fue acusado formalmente de robo, falsificación y fraude, pero huyó a Finlandia antes de que se celebrara el juicio. Fue ahí cuando comenzó su modus operandi en Tinder y otras apps de citas.
¿Cómo operaba en Tinder?
Simon hacía ‘match’ con las mujeres y les afirmaba que su trabajo lo hacía viajar mucho, bastaba con ver las fotos en su perfil de Tinder para confirmar su estilo de vida lleno de lujos que sólo un verdadero heredero podría costear.
Se dice que el hombre recurría a un esquema Ponzi, pues una vez que enamoraba a su víctima le pedía dinero bajo la excusa de que no podía usar sus tarjetas de crédito; ese dinero lo utilizaba para enamorar a otra mujer y así sucesivamente.
Él les decía que en cuanto pudiera les devolvería el dinero, pero en lugar de ello las mujeres solo recibían cheques sin fondos, relojes falsos y transferencias bancarias que al final eran canceladas.
En 2018 Leviev comenzó a ser buscado por los gobiernos de Israel, Alemania, Suecia, Inglaterra, Noruega y Dinamarca por el delito de fraude y en julio de 2019 lo detuvieron en Grecia por intentar viajar con un pasaporte falso.
Y cuando se le cuestionó por las estafas en Tinder el hombre negó todo:
«Tengo derecho a elegir el nombre que quiera, nunca me presenté como hijo de nadie, pero la gente usa su imaginación. Tal vez sus corazones se rompieron durante el proceso… Nunca les quité un centavo; estas mujeres se divirtieron en mi compañía, viajaron y conocieron el mundo con mi dinero».
Ya libre otra vez
Al final, Simon fue declarado culpable por robo, fraude y falsificación de documentos en Israel y aunque su condena era de 15 meses solo pasó cinco en prisión por buena conducta. Actualmente tiene 31 años y está en libertad.
Tal vez te pueda interesar:
(Con información de adn40.mx/Fotos: @SimonLevievS)
