Las velas y veladoras de una ofrenda de Día de Muertos incendiaron una iglesia en el municipio de Ecatepec, Estado de México, y el templo quedó tan deteriorado que hubo que demolerlo, pero es un milagro que nadie haya salido lesionado.
Se trató de la iglesia de San José en la colonia Ampliación Tulpetlac, en donde se colocaron ofrendas y altares por el Día de Muertos, pero ayer a eso de las 22:00 horas se dio la voz de alarma, pues se había dado un incendio en el lugar.
Cuando los bomberos llegaron, el fuego había crecido en demasía, pero haciendo un esfuerzo y lo mejor que saben hacer, atacaron las llamas hasta sofocarlas por completo, y fue un verdadero milagro que el incendio no alcanzara la vivienda aledaña en donde vive el padre Rogelio, quien estaba a cargo del templo.
Las autoridades de Ecatepec realizaron desde anoche la revisión e inspección de los daños que dejó el fuego, y determinaron que la estructura había sufrido importantes afectaciones, así que la mañana de este miércoles se procedió a demoler el templo, pues estaba a punto de caer.
Sin embargo, una vez concluida esta labor, los restos quedaron casi tirados en la vía pública, lo cual representa otro riesgo, por lo que los vecinos de la zona piden nuevamente la intervención de las autoridades mexiquenses.
Fue el padre Rogelio quien declaró que lo más seguro era que el incendio hubiera iniciado por culpa de las veladoras que se quedaron encendidas en las ofrendas.
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