En Michoacán, las autoridades dieron a conocer que los sicarios que acabaron con la vida de 20 personas en un palenque de gallos clandestino llegaron al lugar a bordo de una camioneta de botanas, robada días antes, y además se uso un autobús para bloquear la salida de los asistentes.
Además, se informó que en las peleas de gallos estaba presente una “célula delincuencial que opera en la región oriente del estado”, y a pesar de toda esa información, todavía no hay ningún detenido.
La noche del domingo pasado, un grupo armado llegó a un palenque clandestino en el municipio michoacano de Zinapécuaro, y acabó con la vida de 19 personas. Hubo además 5 lesionados, uno de los cuales falleció mientras era llevado al hospital.
Uno de los muertos fue el dueño del palenque, Abiel “N”, de 59 años, y además perdió la vida su hijo Salvador “N”.
Tras las primeras investigaciones, la Fiscalía de Michoacán emitió un comunicado donde se menciona que el lugar abrió sus puertas a las 3 de la tarde del domingo, en el rancho “El Paraíso”. Ahí, presuntamente, estaban integrantes de una célula delincuencial que opera en la región oriente.
Horas más tarde, cuando terminaron las peleas de gallos, llegó una camioneta repartidora de botanas, de la cual bajaron sujetos armados vestidos con ropa de camuflaje, al tiempo que un camión de pasajeros que circulaba al exterior el inmueble bloqueó la salida.
Los sicarios dispararon dejando el mortal saldo, para luego retirarse a bordo de varios vehículos, abandonando el camión de frituras que había sido robado con violencia el pasado 24 de marzo, en el Estado de México.
En el lugar las autoridades hallaron 15 vehículos de diferentes tipos y modelos, en uno de los cuales, al parecer relacionado con las personas que sufrieron la agresión, se localizó indumentaria y calcomanías con el logotipo de una célula criminal.
Hasta el momento, sólo 20 cuerpos han sido identificados, entre los que se incluye el de una mujer.
