Un niño de cinco años murió de un balazo en la cabeza cuando agentes policiacos dispararon al auto en donde viajaba, porque el guiador, padre del menor, no se detuvo cuando se lo indicaron los uniformados.
El terrible caso ocurrió Xochihuehutlán, en Guerrero, y dio a conocer Milenio Digital que todo empezó cuando el señor Moisés Meza discutió con su esposa en su casa y decidió salir a dar una vuelta en auto, y su hijo de cinco años lo quiso acompañar.
En el viaje, agentes que iban en una camioneta de la Policía Municipal le indicaron que se detuviera e hicieron disparos al aire, y por temor el señor aceleró para escapar, pero de pronto dejó de escuchar a su hijo, quien estaba hablando, y al mirarlo descubrió que estaba muerto y tenía un disparo en la frente. Ahora sí frenó y encaró a los agentes diciéndoles lo que habían hecho, pero los policías miraron el cuerpo del niño subieron a su vehículo, llegaron a la comandancia en donde dejaron la camioneta y sus armas y huyeron.
Habitantes del municipio se reunieron frente al Ayuntamiento y exigieron al presidente municipal, Carlos Arriaga Ramos, detener a los responsables. Familiares que llegaron al lugar de los hechos aseguraron que el director de la Policía Municipal, Edgar Hernández Gil, acudió en estado de ebriedad y que ninguna autoridad realizó diligencias en la zona.
