Hasta el momento, la Ley Seca implementada en diversos estados del país ante la actual contingencia sanitaria, ha dejado 170 personas fallecidas por consumir bebidas alcohólicas elaboradas con metanol, según indicó Iñaki Landáburu, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Vinos y Licores (Andivyl).
Sin embargo, aclaró que estas peligrosas bebidas no son propiamente adulteradas, sino que muchas tienen su propia marca, siempre han existido, pero en la ilegalidad e informalidad y sin control por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Ante la actual contingencia sanitaria por el coronavirus, que obligó a implementar Ley Seca en muchos puntos del país, aumentó la venta de estas bebidas, y como no tiene regulación ni control son muy peligrosas, en muchos casos también por su bajo costo.
El dirigente de la Andivyl indicó que estas bebidas utilizan “lo último de lo último” de la destilación de alcohol, que es el metanol, una sustancia tóxica, que en el más leve de los casos puede provocar ceguera, y en el peor, la muerte, como se ha visto en Puebla, Jalisco, Morelos, Yucatán, Veracruz y Tlaxcala.
“El metanol se usa en anticongelante, fuentes de calentamiento enlatadas, líquidos para copiadoras, líquidos para descongelar, aditivos para combustibles, removedor de pintura y líquidos para limpiar parabrisas. La dosis mortal es menos de una lata de cerveza, que suele ser de 335 mililitros. El 25 por ciento de las personas graves por intoxicación mueren por insuficiencia respiratoria”, explicó.
Asimismo dijo que, desgraciadamente, a niño ahogado tapan el pozo, y “el gobierno debería estar cerrando y metiendo a la cárcel a toda esta gente, porque atenta contra la vida de la población y como siempre de la población más humilde”.
Por otra parte, dijo que ante la pandemia, las ventas en el sector cayeron 15 por ciento en marzo, 34 por ciento en abril y 50 por ciento en lo que va de mayo, principalmente por la Ley Seca y el cierre de los centros de consumo como bares, restaurantes y antros.
Los productores esperan que la situación se normalice en tres o cuatro meses y en fin de año esté controlado el Covid-19 y puedan seguir adelante (con información de Excélsior).
