Una verdadera tragedia se vivió en una comunidad del municipio de Zitácuaro, en Michoacán, en donde un niño de 11 años murió tras recibir un disparo de arma de fuego de parte de un amiguito suyo, con quien jugaba a ser sicario.
Medios locales dieron a conocer que era común que los menores jugaran a “matarse”, lo cual ya tenía acostumbrados a sus padres, quienes no daban mayor atención al hecho.
Sin embargo, anteayer los dos niños jugaban en casa de uno de ellos, por desgracia usando un arma real, la cual fue accionada y el disparo le pegó en el pecho al de 11 años de edad, quien perdió la vida al instante y su cuerpo quedó sobre la cama de su casa.
El otro menor huyó y se refugió en su casa, y al ser descubierta la escena por la familia del otro pequeño, se pidió el apoyo de paramédicos, pero de nada sirvió pues cuando éstos llegaron informaron que ya no presentaba signos vitales a consecuencia de las graves lesiones.
Tomaron conocimiento de todo agentes policiacos que iniciaron con las investigaciones, y el niño que disparó no ha sido localizado, y se presume que su familia huyó con él para esconderlo y evitar cualquier problema con las autoridades.
Asimismo, se busca el arma utilizada en este caso, aunque en el predio donde todo ocurrió se halló una escopeta, y se está determinando si fue ésta la usada para el mortal juego de sicarios.
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