Fue sentenciada a 20 años de cárcel una mujer que operaba una funeraria en los Estados Unidos, y quien aprovechando lo anterior vendió partes de cuerpos para obtener ganancias ilícitas, sin permiso de los familiares correspondientes.
No se habla de que hayan sido órganos como corazones o riñones, por poner un ejemplo, sino que la mujer vendía piernas, brazos y hasta cabezas, y luego entregaba los restos cremados a los deudos, que no se daban por enterados de lo ocurrido con su familiar.
La mujer se llama Megan «N», de 46 años de edad, y los hechos ocurrieron en el estado de Colorado, por los delitos perpetrados en la funeraria “Sunset Mesa”.
🚨Megan Hess fue condenada a 20 años de prisión por defraudar a los familiares de los muertos al diseccionar 560 cadáveres y vender partes de cuerpos sin permiso.https://t.co/Xy71LBBhBJ
— Excélsior (@Excelsior) January 6, 2023
Anteriormente, la madre de la ahora sentenciada, Shirley «N», confesó su participación en ese caso y recibió 15 años de condena.
Una investigación entre 2016 y 2018 sacó a la luz el caso, gracias a testimonios de ex empleados que dijeron que las mujeres realizaban desmembramientos no autorizados de cuerpos, y las partes las vendían a empresas de formación quirúrgica, entre otras.
A las familias se les cobraban hasta mil dólares (unos 20 mil pesos) por cremaciones que nunca ocurrieron, y tras salir a la luz este caso, decenas de personas han apoyado las investigaciones con sus testimonios, exigiendo justicia.
Megan Hess de 48 años y su madre Shirley Koch de 69 años se declararon culpables. Hess fue sentenciada a 20 años de prisión y su progenitora a 15.https://t.co/56qOD8fcch
— Diario La Prensa (@DiarioLaPrensa) January 4, 2023
Es ilegal en los Estados Unidos vender órganos como corazones, riñones y tendones para trasplante, deben ser donados, pero la venta de partes del cuerpo como cabezas, brazos y espinas, que es lo que hizo Hess, para su uso en investigación o educación no está regulada por la ley federal.
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