En 1982, Elvia Martínez fue aceptada en el Colegio de Ciencias y Humanidades(CCH) Sur de la UNAM, solo asistió unos meses porque había días que su economía no era buena y no le alcanzaba ni para los pasajes, así que tomó una decisión complicada, según publicó el sitio web de pasala.com.mx
“Dejé la escuela y empecé a trabajar en una constructora, después en una automotriz, en el área administrativa. Pasaron los años y un día platicaba con una sobrina sobre mis días de escuela y me preguntó que por qué no regresaba, ¿Regresar?, “claro”, me respondió’”.
Entonces Elvia se presentó en servicios escolares de CCH Sur y le dijeron que sí podría regresar, así que en el ciclo escolar 2012-2013 inició de nueva cuenta sus clases de bachillerato.
“La verdad me sentía rara de volver a clases, me armé de valor y empecé; me costó trabajo sobre todo porque no sabía manejar la computadora y cuando la tocaba sentía que la iba a descomponer”.
Elvia optó por la modalidad de tomar clases los sábados desde la 7:00 de la mañana, así que como vive por la Basílica se levantaba a las 3:30 de la mañana y salía a las 5:00 para llegar puntual.
“La escuela me sigue gustando, sobre todo biología y química, estar en los laboratorios ¡me fascina!”.
Elvia nunca se casó y tampoco tiene hijos, pero siempre estuvo en contacto con sus sobrinos, quienes la llenan de entusiasmo; se hizo de amigos y amigas con decir que hasta iba a la casa de los chicos para preparar las exposiciones en grupo.
“Me gusta mucho ser de nueva cuenta estudiante por eso, cuando me enteré que había opciones técnicas tomé varias como Administración y al cursar Primeros auxilios y Enfermería me dí cuenta que quiero seguir estudiando, por eso escogí medicina en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, ya estoy en los trámites administrativos”, explicó.
