A los 13 años de edad, la niña Roberta Citlali fue violada presuntamente por José Silvestre, un hombre de 26 años, novio de su hermana mayor.
Por ello y otros maltratos, se le resguardó en un Refugio para Víctimas del Delito de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, pero ahí la descuidaron a tal grado, que cinco meses después de ser rescatada de casa de su abuela, se suicidó.
Le contó a su mamá que la violaron, pero en lugar de recibir apoyo, su mamá la insultó, la golpeó y la corrió de su casa en Naucalpan, en el Estado de México.
Entonces llegó a casa de su abuela materna en Azcapotzalco, ahí su abuela, sus tíos y sus primos, todos la golpeaban, la vejaban, la humillaban y la raparon.
Fue así que el policía detuvo en el lugar a un tío y a un primo de Roberta. Los dos fueron presentados en el Ministerio Público. A ella, la rescataron.
La pequeña fue llevada a un Refugio para Víctimas del Delito de la Fiscalía de Justicia.
Ahí diagnosticaron que presentaba diversas crisis de ansiedad y estrés postraumático, luego de que en diciembre del año pasado fuera atendida en el Hospital Pediátrico Infantil. Por ello inició un tratamiento farmacológico.
El cuerpo de la pequeña está abandonado en una gaveta del forense y hasta este jueves, alrededor de las 23:00 horas, el cuerpo de la menor fue entregado a su madre.
Este viernes cerca de las 13:00 horas Roberta fue sepultada en el panteón de San Isidro, ubicado en la alcaldía Azcapotzalco, en medio de un entierro discreto al que solo acudieron algunos elementos de la Policía de Investigación.
Con información de Carlos Jiménez/Foto: Pixabay
