La directora de una escuela vivió momentos de angustia y hasta de terror pues acabó encerrada en la cárcel luego de una protesta de padres de familia, que estaban muy molestos por la falta de maestros en un plantel de Santa María Lovaní, del municipio de San Juan Petlapa, en Oaxaca.
La situación se salió de control en la Escuela Primaria Indígena Emiliano Zapata.
La profesora, sin poderlo evitar, finalmente cumplió 48 horas encerrada por el acuerdo de la asamblea de pobladores, celebrada el pasado domingo 2 de octubre, como una medida de presión a las autoridades del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Según el comité de padres y madres de familia de ambos planteles por la falta de cinco profesores (cuatro en la Primaria y uno en el Jardín de Niños) aún no inicia el ciclo escolar 2022-2023.
Exigencias
La población demanda una respuesta resolutiva, porque desde el arranque de clases gestionaron la presencia del cuerpo docente, ante la jefatura de la zona escolar 076, con sede en San José Río Manso, en el municipio de San Juan Lalana, sin embargo, la autoridad educativa estatal desatendió esta petición.
Exigen la presencia del supervisor escolar de la zona, Cristóbal de la Cruz Joaquín; la secretaria general, Soledad Méndez, así como los funcionarios Juan Quero Chávez y Magali López, firmar acuerdos y acordar la posible liberación de la profesora y directora del plantel de educación indígena.
La comunidad de Santa María Lovani acordó mantener ambos planteles cerrados, en tanto se resuelven la falta de docente en los centros escolares.
De acuerdo con Bernardo Rodríguez Alamilla, defensor de los Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca, «las cárceles municipales son la forma más recurrente para castigar, exhibir o presionar a las autoridades de los distintos niveles de gobierno».
En entrevista reciente con este medio, el ombusperson refirió el abuso de esta medida – reservada para la sanción de faltas administrativas- pero, que en los hechos pasa al ámbito coercitivo. Igualmente se encarcela a deudores de juego, alcohólicos, creyentes evangélicos reacios a participar en la verbena popular, mujeres insumisas, homosexuales, mujeres transgénero, niños y niñas, hasta animales de traspatio y compañía.
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(Con información de excelsior.com/Fotos: El Piñero)
