Por obra caprichosa del destino, los Toros de Herrera de Panamá, equipo que ni siquiera estaba contemplado para jugar la Serie del Caribe hace menos de dos semanas, se consagraron cómo campeones del Clásico Caribeño celebrado en su tierra debido a distintas circunstancias, al vencer por 3 carreras a 1 a los Leñadores de las Tunas de Cuba.
En una historia digna de un libreto de Hollywood, el equipo que a priori se perfilaba cómo el más débil de los seis participantes de la Serie del Caribe ha dado la sorpresa, al ganar Panamá su segundo título caribeño, gracias a un beisbol compacto y efectivo, que vió a los Toros de Herrera irse en ventaja tan sólo en la primera entrada, tras un rally de dos carreras.
En la alta de la quinta entrada, los Leñadores de las Tunas se acercaron en el marcador al pegar Carlos Benítez un sencillo productor impulsando a Alfredo Despaigne, la cuál fue su única rayita en todo el encuentro.
Los Toros se tomaron ventaja definitiva al pegar Rodrigo Vigil un sencillo remolcador de una carrera en la séptima entrada, impulsando la rayita de Jonathan Gálvez.
El campocorto Javi Guerra de Panamá fue elegido cómo el Jugador Más Valioso de la Serie del Caribe, quién tuvo un promedio de bateo de .389 con un cuadrangular y 3 carreras impulsadas en todo el Clásico Caribeño.
(Info: allbat.com/Fotos: laestrelladepanama)
