Rollo: Félix Zapata
Dicen que recordar es vivir. Y ayer, se cumplieron 11 años del último gran festejo para Yucatán en el fútbol profesional.
Los entonces Venados de Mérida Fútbol Club, que presidieron en su momento los hermanos Mauricio y Arturo Millet Reyes teniendo a cargo en la dirección técnica a David Patiño Oviedo, regalaron no sólo un partido de final, sino el regreso de la Venadomanía al Estado, que al parecer, ha quedado guardada definitivamente y sin fecha de regreso.
En ese entonces y bajo un esquema de fraternidad, el latente corazón ciervo volvió a escucharse.
Fue un domingo 24 de mayo cuando Yucatán y Baja California se detuvieron por completo.
Por un lado, los de la Península ansiaban el campeonato que desde 1998 no se tocaba, mientras que por otra parte, los de la frontera vivieron su momento, pues comenzaba a nacer una franquicia de gran nivel y eso, se podía palpar a cada momento en su plaza, Tijuana.
Los tonos rojos y negros lucían en ese entonces desde temprana hora en calles y avenidas de edad ciudad. Niños, adultos y hasta caninos formaron parte de esa fiesta que pocos pudimos vivir en vivo desde un inmueble «Caliente» que comenzaba a construirse, pero que ya se veía como un imponente campo de fútbol.
Un gol a cargo de José Luis «Parejita» López (44′), en la «Ida» en Mérida, daba vida al equipo astado que vivió la tensión en la «Vuelta» a niveles indescriptibles.
A penas el silbatazo sonó y al minuto 22 de tiempo corrido, el joven Yasser Corona era expulsado del encuentro con roja directa. La banca del Mérida se vació y en reclamos directos al central (José Peñaloza) se abalanzó.
La impotencia de Patiño Oviedo, Hugo Saucedo y del profe Eduardo Martínez fueron impresionantes verlos desde el área de prensa, pues con los gritos querían comerse al nazareno.
Pero el conjunto en lugar de caerse, apechugó y con 10 hombres en cancha superó la circunstancia. Cómo olvidar al defensa y capitán Federico Mancinelli, Saúl «Oso» Sánchez, Sonny Guadarrama, Antonio Landa, Luis «Chuleta» Orozco, Guillermo Chávez y toda la plantilla que dejó huella en cada aficionado y en aquellos que no lo eran, pero que se apegaron a lo que hasta hoy se recuerda.
Ese equipo en Liguilla, como visitantes no recibieron un gol. Cruz Azul Hidalgo y Veracruz tampoco pudieron ante el momento vivido por los astados. Pero el último paso ante Querétaro, no se pudo dar. La historia se repitió. Venados no era de Primera División.
La fiesta se acababa, aunque por otro lado, unos jóvenes también tenían su celebración aparte, en ese momento los de la Segunda División conseguían el 30 de mayo de 2009 el campeonato que los ascendía, mientras que los mayores estaban a punto de disputar la «Vuelta» ante los Gallos.
En ese equipo, lucía un joven que hoy se mantiene activo, Freddy Martín Mex que celebró junto al club tras vencer a la Universidad del Fútbol (Pachuca), donde militaba el hoy astado, Luis Sánchez.
Ahora el panorama es otro, el fútbol de ascenso ha desaparecido y sólo el tiempo dictará sí se vuelve a disfrutar o bien, quedará para el recuerdo de quienes tuvimos la dicha de ver, sentir y apasionarnos con el momento.
