El defensa yucateco Adrián Justo Canto fue fichado para defender el establo de los Potros de la UAEM de la Liga de Ascenso MX. Con 25 años de edad, el defensa central charló en exclusiva con De Peso sobre el proyecto equino, del cual dijo: “Voy llegando y, como todos, me tengo que ganar mi lugar”.
Siete años fuera de su estado le ha valido para ser tomado en cuenta por los universitarios, pero el trayecto para conseguir su llamado ha sido largo. Inició en Tercera División con el extinto Mérida FC, además de vestir los colores de los Corsarios de Campeche y, posteriormente, con el Manchester Metepec.
“En Mérida comencé con los Correcaminos del fraccionamiento Del Parque, donde jugaba en la Liga del Patria”, recordó Justo Canto.
Añadió que durante un evento de una conocida firma deportiva de tenis, fue visto por los visores y ahí comenzó la aventura profesional dentro del balompié.
Luego de estar por dos años con el equipo Manchester en Toluca, el yucateco quedó en pausa por tres meses hasta ser llamado por el Inter Playa, llegando al club por conducto del técnico Isaac Moreno. Tras su estadía por Playa del Carmen y gracias al cuerpo técnico, Adrián cambió de residencia para trasladarse a La Piedad, Michoacán, donde jugó con Los Reboceros de la Liga Premier y disputó dos semifinales y una final, que perdieron.
“Ya me acostumbré a estar lejos de mi casa, el grupo se ha portado bien y hay un buen equipo, estoy contento”, declaró el peninsular con respecto a su nuevo club, los Potros. Sobre sus metas, Adrián definió: “Siempre ha sido el objetivo llegar a primera división, selección y en algún momento salir a algún lugar de Europa. Aquí llegué a trabajar, que es lo principal, que colectivamente nos vaya bien para que en lo personal me vaya bien”.
Seguidor del América, pero ante todo un profesional en la cancha, el vecino del rumbo de la zona de oriente de la Ciudad Blanca precisó que está disfrutando sus etapas en el balompié y mantiene firme el sueño de jugar en el máximo circuito mexicano.
De la familia, la cual la conforma su padre, don Erick, y su madre, doña María, junto a sus hermanos mayores Avril y Andrés, el jugador potro dijo tener todo el apoyo, pues desde que salió de su casa para adentrarse en el balompié y probar suerte, el éxito lo ha llevado de la mano a las canchas.
“Extraño mucho a mi familia, a mis amigos y a mi perrita, Vela”, comentó sonriente. Añadió que la comida yucateca también es un gusto que no se olvida como la rica cochinita pibil, los papadzules y el famoso relleno negro.
(Rollo: Félix Zapata)
