El silbante yucateco Rangel Dzib Escamilla fue agredido verbal y físicamente por un aficionado, quien fue identificado bajo el nombre de K. R. O. C.
Los hechos acontecieron el pasado miércoles en el estadio “Carlos Iturralde Rivero”, donde se ejecutó el partido de cuartos de final de la categoría Sub-17 de la Liga Nacional entre los Venados FC y Pumas Azores, duelo que favoreció en el global a los de casa (1-1).
Al dar el silbatazo final, según explicó Freddy Sansores Carrillo, delegado estatal de los “hombres de negro”, el portero ciervo Luciel Gómez “fue a burlarse de los derrotados y a la porra de Pumas Azores y ahí comenzó todo”, relató.
Dijo que la agresión a su compañero de silbato, lo deja “molesto e indignado”. Pero a la par, se suma la falta de seguridad dentro del inmueble, por lo que lo sucedió es motivo probablemente de un “veto”, apuntó.
O.C., de quien dicen estudia en la Universidad Vizcaya de Las Américas en la licenciatura de nutrición, pero juega fútbol americano para el Valle México en Mérida, se fue directo al árbitro central, quien observó el pleito campal que se armó previo a la agresión recibida y donde el “chimpancé” también participó, como se hace notar en videos que circulan en redes sociales.
Versión del árbitro
Rangel Dzib, experimentado y reconocido árbitro boxito, explicó desde su punto de vista lo acontecido a su persona, lo cual fue netamente a la “malagueña”.
“Fue certero porque se acercó de manera discreta, creí que se iba acerca a preguntar algo, nada más me dijo que ‘todo eso que pasó fue tu culpa maricón’, me dio un cabezazo y arrancó a correr”, relató el afectado, quien señaló que el agresor es al parecer hermano de Antony Ojeda, jugador de Pumas Azores, quien porta el número 21 en el dorso.
Tras el golpe, Rangel se hizo notar con sangre en la frente. Este jueves dijo estar tranquilo pero “ahora me voy a someter a una revisión con el médico para que ellos evalúen y posteriormente me recomienden que es lo que prosigue”.
El árbitro dijo que el caso será turnado a la Fiscalía pues estos actos “no son nada buenos para el deporte”.
(Info: Félix Zapata)
