MÉRIDA, Yuc.- Luego de confesar, hace más de cuatro meses, que mató con un cutter a un sujeto al que le debía dinero y con el cual sostenía una aventura sexual, fue vinculado por homicidio simple el chofer de Uber, Angel Manuel D.M.
En audiencia en la que ahora procesado declaró, expuso que la Fiscalía General del Estado lo mantuvo todo ese tiempo bajo custodia, las 24 horas, con una guardia de tres personas a las afueras de su casa.
El juez de Control, Luis Armando Mendoza Casanova, lo vinculó a proceso por homicidio simple, que se castiga con pena de cárcel, que va de los 10 a los 15 años de cárcel.
Le impuso la medida cautelar de prisión preventiva por todo el tiempo que dure el proceso y estableció que el cierre de investigación sea en dos meses.
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Cabe señalar que la defensa del sujeto reveló una serie de inconsistencias e irregularidades en las que incurrió la autoridad judicial para mantenerlo custodiado.
Angel Manuel indicó que fue detenido la mañana del jueves 29 de agosto bajo el puente del Anillo Periférico con Kanasín, luego de retirarse de la casa de su novia y cuando iba a buscar a su madre para llevar al colegio a uno de los hijos que tuvo con otra mujer.
Explicó que durante el trayecto, fue encapuchado, amenazado, torturado y golpeado para que revelara lo que había pasado con el ahora occiso, Gonzalo de Jesús C.N.
En la Fiscalía le dijeron por un tal Eddiel D, que curiosamente es el fiscal investigador estrella de homicidios y que lleva el caso, que era mejor que confesara, que de esta forma lo podrían ayudar, pues con el nuevo Sistema de Justicia Penal en poco tiempo podría salir libre.
Es por eso que salió de ese lugar a finales de agosto y desde ese tiempo estuvo custodiado en su casa, recibiendo asesoría de la Fiscalía.
Confesó que mató a Gonzalo, pues éste lo amenazaba por una deuda que tenía con él, pues le debía 200 mil pesos, dinero con el cual compró el vehículo con el que trabajaba.
También que le quería pagar y que fue a la casa del sujeto, pero éste lo condujo a la orilla de la carretera Chichí Suárez-Sitpach, donde lo atacó con un cutter, pero él lo desarmó y le cortó el cuello, para luego huir del lugar.
