Ya, por favor, que alguien haga algo para ponerle un alto a este golpeador de mujeres.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- “Mi esposo me golpea, me cela por todo, me ha violado en repetidas ocasiones y nadie me ayuda. Desde 2012 voy a la Fiscalía (General del Estado), pongo mis denuncias y me dicen que como los golpes que tengo sanan rápido no lo pueden meter a la cárcel ¿Qué necesitan entonces?, ¿qué me mate?. La verdad ya no puedo más”, denunció desesperada la señora Jeny Calan Euán.
Contó que en 30 años de casada ha sufrido innumerables golpizas y abusos por parte de su marido Mauro Artemio Calan, sin embargo las agresiones han aumentado en los últimos cinco años, pues ahora ya no sólo le pone tremendos catorrazos cuando están en su casa, sino que ahora lo hace en cualquier lugar incluso en la calle.
Jeny dijo que han sido varias las ocasiones en las que Mauro se le acerca de la nada mientras ella camina cerca de su casa y la jala del cabello, la tira al suelo y comienza a caerle a golpes. Los vecinos que ven la escena llaman a la Policía, los cuales llegan, lo detienen y luego de un día lo sueltan. Y él regresa a su casa a propinarle otra golpiza.
La primera vez que dejó el miedo a un lado fue el 31 de enero de 2012, luego de un pleito en el que Mauro la utilizó como bolsa de boxeo, acudió a la FGE a interponer la denuncia 143/3ª/2012; en 2014 el acta fue la B1/CJM/B1/001078/2014; la CJM0259/2015 el 20 de enero del 2015 y a B1/CJM/00135/2017 en este año.
“Llega la Policía, se lo lleva, me pide que vaya a poner mi denuncia y luego no pasa nada. Yo tengo mucho miedo que un día de estos cuando esté borracho me mate, la última me golpeó con un machete en la cabeza”, contó mientras lloraba.
Doña Jeny asegura que luego de que los doctores la revisan, los encargados de tomarle su declaración le dicen que como sus lesiones sanan en menos de tres días no pueden encarcelar a su esposo, aun y cuando los médicos han asegurado en los documentos que sufre de violencia doméstica.
En su desesperación, la señora ha solicitado una orden de restricción para que el golpeador Mauro no pueda acercarse a ella pero también se la negaron. Ella comentó que no puede dejar su casa, ya que no tiene otro lugar a donde ir. Lo único que pide es que dejar de tener miedo y que la tan cacareada Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de violencia le haga justicia.
¿O qué están esperando que la mate… o que ella lo mate?
