El ahora occiso estaba paralizado de todo el cuerpo y no hablaba. Murió por de un infarto al corazón.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- A causa de las complicaciones que padecía por un tumor cerebral que lo tenía postrado en cama, el señor Fernando A. B., de 82 años de edad, ya no volvió a ver la luz del sol por un infarto agudo al miocardio que acabó con su vida.
Ayer, alrededor de las 8 de la mañana, la hija del ahora finado, Rosa Elena, se levantó temprano para preparar el desayuno de su padre, que estaba paralizado de todo el cuerpo y no hablaba.
Sin embargo, cuando le llevó la comida, se percató que no se movía y mucho menos tenía signos vitales.
Rápidamente, dio parte a los servicios de emergencia, que acudieron al predio número 437 A de la calle 133 entre 46 A y 46 B del fraccionamiento Villamagna.
Los paramédicos sólo constataron que este señor ya había muerto por un posible problema en el corazón, que se agudizó con la terrible enfermedad que tenía.