Desnuda y en medio de un charco de sangre quedó el cuerpo de Julia Ortega Kantún, víctima de un marido celoso.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Se juntaron el alcohol, la traición y un marido celoso, y el resultado fue una tragedia. Un matrimonio que comenzó la pachanga la noche del domingo la terminó las primeras horas del ayer cuando, el marido apuñaló varias veces a su mujer hasta que la mató y luego intentó huir de la casa sin importarle que sus hijos fueron quienes encontraran el cuerpo sin vida de quien fuera su madre, en un predio de la colonia Dolores Otero.
De acuerdo con las primeras indagatorias, Julia O. K. y su esposo comenzaron la fiesta desde el sábado por la noche, cuando decidieron tomarse unas caguamas bien frías para mitigar un poco el calor, lo que nunca se imaginó es que ella terminaría igual de fría un par de días después y a manos de su amado.
Por su parte, De Peso averiguó en el lugar de los hechos, que la señora le había puesto el cuerno a su pareja sentimental un tiempo atrás y, al parecer, su esposo ya la había perdonado, pero al calor de las copas, el tema volvió a surgir y comenzaron los reclamos. Los gritos del señor se escuchaban hasta la calle, pero luego de un rato las cosas se calmaron y ellos siguieron empinando el codo.
Fue hasta la mañana de ayer, cuando los vecinos vieron salir corriendo de la casa al señor con las manos y la ropa ensangrentada, sin pensarlo dos veces lo corretearon mientras que las señoras llamaban al 911 para pedir ayuda. En pocos minutos llegaron varias patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública.
Los testigos le señalaron a los uniformados por dónde había huido el presunto homicida, luego de algunos minutos dieron con él y lo arrestaron. Mientras en su casa, marcada con el número 714-A ubicada en la calle 54 entre 101 y 103 de la colonia Dolores Otero, otros policías descubrieron el cuerpo desnudo de Julia.
Al parecer, el cuerpo estaba desnudo sobre un charco de sangre. Como parte de la revisión encontraron muchas botellas de cervezas, algo de mariguana y el cuchillo con el que su esposo la acribilló en el piso de la cocina. Al lugar llegaron elementos del Semefo quienes se hicieron cargo de los trámites de rigor.