Una historia con final feliz se escribió este viernes al amanecer, al arribar a tierra sanos y salvos cinco pescadores que estuvieron a la deriva alrededor de 10 días en su embarcación de 32 pies de eslora frente a aguas de Celestún.
Habían salido a pescar desde el pasado 28 de julio, para retornar a más tardar en 14 días. Una odisea, y todo por una falla mecánica.
Como se supo, don Fernando José Mendoza Dorantes, de 54 años de edad, reportó que su embarcación “Saúl, el terrible”, con cinco personas a bordo, salió a pescar, pero no regresaron, por lo que lo reportó a las autoridades portuarias hace varios días.
La preocupación y zozobra de sus familiares era evidente, por lo que solicitaron ayuda urgente al Gobierno del Estado para iniciar pronto la búsqueda, ya que los días transcurrían con el temor de que un “mal tiempo” empeore la situación, y como reza un refrán “la esperanza muere a lo último”.
Aguantaron vara en altamar
Fue entonces que amaneciendo este viernes se dio el aviso, cuyo rescate lo hicieron los tripulantes del barco “Chicche” para arribar al refugio pesquero con Germán Berezaluces Ruiz, de 39 años (capitán de la lancha); Erick (a) “El mudo”, de 24 años; Elías Eleazar Tamay, de 30 años; Raymundo David López Cauich, de 26 años, y José Luis Aguilar, de 33 años.
A pesar de la decena de días de estar a la deriva, sólo dos presentaban un cuadro de deshidratación, por lo que fueron llevados al Centro de Salud de este puerto para una mejor atención.
Los hombres de mar agradecieron mucho la mano que les tendió el señor Cecilio Marrufo, capitán de la embarcación “Chicche”, cuyos tripulantes fueron los únicos que se percataron cuando les estaban pidiendo ayuda a unas 86 millas náuticas, aparte les pasó corriente e insumos para que aguantaran llegar al puerto de abrigo, acompañándolos en el trayecto.
