A punto de volcar estuvo el camión de una empresa de línea blanca y electrónica en los primeros minutos de ayer en la vía Kinchil-Celestún, luego de que su chofer orillará demasiado y «pellizcara» el borde de la cinta asfáltica para causar su brusca salida en el kilómetro 54.
El empleado de Bomssa, Juan Cortázar, guiaba la unidad con placas TB6912F (Q. Roo), luego de entregar un aire acondicionado en Celestún, pero se sumó a la larga lista de accidentados en este tramo de «la mala suerte», tras morder con la llanta delantera el borde del pavimento y perder el control del volante. Ya luego, «inventó» que otro automovilista lo sacó del camino, pero eso nadie se lo creyó.