La cobertura de un hecho de tránsito en el municipio de Kinchil, derivó en una agresión cobarde contra el reportero que cubría el suceso, a pesar de que ocurrió frente a elementos de la policía municipal que ahí se encontraban y que, peor aún, no lo detuvieron, ni porque el afectado se los solicitó, y fueron testigos cómo consta en un video de los hechos. Por ello se interpuso la denuncia 538/2024 ante la Fiscalía General del Estado.
Los hechos se dieron alrededor de las 20:00 horas del pasado martes, cuando el reportero del municipio de Kinchil, Federico Cab (a) “El Azul”, se encontraba dentro de su casa narrando un accidente de tránsito qué había ocurrido a unos metros del lugar, se trataba de una adolescente que había derrapado en una moto.
Al sitio, y con aliento alcohólico, llegó el papá de la joven, identificado como Miguel T. Z., en compañía de su yerno Gualberto O. P. C., hijastro del comandante de la policía de Kinchil Abraham Solís, y sin empacho, agredieron verbalmente al reportero para finalmente atacarlo a golpes dentro de su predio.
Durante la agresión, en el lugar se encontraba dos unidades de la SSP, marcadas con números económicos 7022 y 6832, al igual que la unidad 569 de la policía municipal, cuyos elementos sólo estuvieron de espectadores.
Los gritos de auxilio de unas menores, fue lo que alentó que las autoridades ingresen al predio a detener la agresión. Todo esto sucedió durante una transmisión en vivo que, por la violencia registrada e insultos, la plataforma de Facebook retiró.
Organizaciones defensoras de la libertad de prensa y derechos humanos ya se han pronunciado al respecto, condenando la agresión y exigiendo una investigación.
Por su parte, colegas del gremio periodístico han levantado la voz, demandando garantías para ejercer su profesión sin temor a represalias.
El caso de Federico Cab debe servir como un llamado de atención a las autoridades estatales y federales para garantizar la Libertad de Expresión y proteger a quienes, día a día, arriesgan su integridad física para informar.
El reportero se encuentra fuera de peligro pero el ataque dejó una profunda preocupación.