Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Encontraron a Freddy sin vida, recostado detrás de un remolque. No se sabía mucho de él, sólo que no tenía casa y que le gustaba mucho empinar el codo; sin embargo era muy amable y en el fraccionamiento Brisas era muy conocido.
Freddy adoptó el rumbo como su hogar, pedía permiso para dormir debajo de un techo, en el estacionamiento de algún restaurante, cerca de la luz de las farmacias o de plano, cuando había mucho calor acampaba en alguno de los parques de la zona.
En las mañanas lavaba carros, hacía mandados y por las noches era “viene viene”, se turnaba los restaurantes de la zona, ya sabía los días en donde cada uno tenía más clientes y aprovechaba a sacar sus centavos para sobrevivir.
Pero todo tiene una vigencia y la suya llegó ayer, fue cuando uno de los trabajadores de un restaurante ubicado en la calle 35 por 22 del fraccionamiento, y lo vio recostado detrás de un remolque que se encuentra estacionado dentro del estacionamiento.
Lo llamó, pero como no respondió entonces se acercó para despertarlo, fue entonces que se dio cuenta que ya había fallecido. Luego de casi cuatro horas llegaron los trabajadores de la Semefo a levantar el cuerpo.
