Un plomeado en pleito de malandros

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En esta cantona de la Nueva Mayapán se refugió el sujeto que disparó en otro predio de la Avila Camacho. En este lugar llovieron las pedradas hasta que llegó la Poli estatal.

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Seis malandrines briagos detenidos y otro más plomeado y trasladado al hospital es lo que dejó anteanoche un pleito entre buenos para nada en la colonia Manuel Avila Camacho, riña que se originó, presuntamente, por viejas rencillas entre éstos y que terminó con balazos, rocazos a un predio y hasta botellazos.

De acuerdo con información oficial, los uniformados estatales asignados al oriente de la ciudad detuvieron a seis sujetos que entre la noche del sábado y la madrugada del domingo se agredieron mutuamente en las colonias Ávila Camacho y Nueva Mayapán.

Los vecinos del lugar chismorrearon que fue un grupo de individuos que bebía trago como contratados sobre la calle 43 por 16 y 18 de la primera colonia, cuando de pronto llegó otro pelafustán, compa de ellos mismos, quien intentó entrar a casa de uno de ellos a buscar chelas.

Sabrá Dios por qué, pero el dueño de la cantona no se lo permitió y éste encabritado, amenazó a todos; sin embargo la cosa no terminó allí, pues el ‘caon’ sacó de entre sus ropas un arma de fuego con la que disparó tres veces al aire y más encanijado disparó una vez más contra el predio al que no le permitieron la entrada.

Lo malo del asunto fue que en el disparo a la cantona, el proyectil alcanzó la pierna de uno de ellos, quien cayó al suelo y comenzó a gritar “disparas como niña” (eso es cosecha nuestra), al mismo tiempo que se desangraba.

El mactá pistolero huyó como vil gallinita de patio, y se escondió en su casa, ubicada sobre la calle 47 por 2 y 2-A de la Nueva Mayapán. Por supuesto, de volada llegaron los agredidos y “roquearon” la casa a diestra y siniestra.

Hasta botellas de vidrió le tiraron a la cantona.

Para eso, agentes de la SSP ya tenían reporte de lo sucedido y mientras paramédicos atendieron y trasladaron al lesionado al hospital, los uniformados le cayeron a los malandros. Estos detuvieron a cuatro sujetos que lapidaban el mencionado predio, así como al que hizo los disparos y al hijo de éste por entorpecer la labor policial.

Finalmente, se aseguró una escopeta y todos fueron trasladados al bote para ser puestos a disposición de las autoridades ministeriales.

 

 

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