Vaya sorpresa que se llevaron los vecinos de la calle 32 del barrio de San Enrique, en Ticul, al ver a un pelícano que, cansado de volar, cayó en la vía pública, y ante el inusual hecho se dio aviso inmediato a las autoridades.
Al sitio llegaron de inmediato policías, así como personal de Protección Civil, quienes con mucho cuidado atraparon al ave y la llevaron a una celda de la cárcel municipal para que ahí descansara, al tiempo de que se comunicaron con autoridades ambientales para ver qué debería hacerse en este caso, y se aprovechó para que un veterinario revisara al singular visitante.
A final de cuentas, se atendió al pelícano, se le puso a resguardo y se le llevó al puerto de Progreso en donde se le dejó en libertad, de acuerdo con lo que se dio a conocer por parte de las autoridades.