El pasado domingo a las 6 de la mañana, Mathilde Dupas, de origen francés, publicó en sus redes sociales que acababa de llegar a Cancún vía aérea con su esposo Alexis Bouchindhomme. Pocas horas más tarde fallecieron en el accidente del autobús ADO que chocó contra un volquete en la carretera Cancún-Mérida.
Su hijo Helio, de 4 años, que les acompañaba en el viaje, sobrevivió y actualmente está en un hospital y el reporte de su salud es reservado, y mientras tanto está a cargo de una amiga de la familia que vive en Cancún.
Mathilde y Alex decidieron viajar a la Península de Yucatán luego de meses de planearlo, pero la pandemia les había impedido concretar este deseo.
Ellos y su hijo radicaban en la región de Dunkerque, al norte de Francia, y en este mes de febrero decidieron por fin aventurarse.
Cuando el avión que los traía de Europa estaba a punto de aterrizar en Cancún, la mujer compartió en sus redes sociales una imagen para que sus conocidos y amigos se enteraran de su felicidad. Eran las 6 de la mañana del domingo 6 de febrero.
Abordaron luego un autobús de ADO con destino a Mérida, pues querían visitar todo lo que pudieran de la Península, pero el transporte se estrelló en la carretera, como se dio a conocer, contra un camión de volteo que les salió al paso.
Tras los trabajos de las autoridades en el lugar, y luego de que se revisó la lista de pasajeros para cotejar los nombres de lesionados y de personas fallecidas, se encontró que la pareja francesa estaba en esta última, y su pequeño hijo Helio había sido hospitalizado, y su estado es de pronóstico reservado, toda vez que sufrió un fuerte golpe en la cabeza.
El menor está bajo encargo de una amiga de la familia que radica en Cancún, y los parientes de Mathilde y Alex no han podido viajar a nuestro país para recuperar los cuerpos debido a la pandemia.
Sin embargo, autoridades diplomáticas de México y de Francia ya realizan las gestiones para que la madrina del menor y un tío puedan viajar a nuestro país, y se espera que lleguen en el transcurso de hoy o mañana, a fin de encargarse no sólo del niño, sino también de las diligencias en torno a los cuerpos de la pareja.
Los amigos y familiares de Mathilde mostraron su pesar ya que ella era una persona muy apreciada, junto con su esposo, ya que eran considerados excelentes personas, amantes de la naturaleza y de los viajes. Y fue precisamente un viaje el que les quitó la vida.
